Informe del Memorial de Víctimas revela que "muchas víctimas todavía no han podido contar su dolor"

En Herrera en COPE Euskadi hemos hablado con el responsable del área de Educación y Exposiciones del Centro Memorial Víctimas del Terrorismo, Raúl López, uno de los autores del informe número 14 del Memorial de Víctimas del terrorismo, titulado “Dar testimonio. La voz de las víctimas del terrorismo en España”.

Datos

El informe recoge 1.329 testimonios de 700 víctimas ya publicados en medios de comunicación, como la propia COPE, o recabados por organizaciones pacifistas como Gesto por la Paz o por fundaciones y diferentes asociaciones de víctimas durante más de cincuenta años.

En el caso de COPE Euskadi, los testimonios pueden consultarse en la web, en el apartado 853: memoria, dignidad, justicia.

Conclusiones del informe

Raúl López, y la doctora en Historia Contemporánea, Ale Ibarra, han explicado que en algunas localidades vascas "la presencia de los perpetradores en el espacio público es aún mayor que la de las víctimas".

A su entender, eso ha ocurrido "por la persistencia del miedo", "por el dolor" que les causa contar el episodio violento que les tocó vivir y "porque, a fecha de hoy, a la mayoría de las víctimas nadie les ha preguntado y siguen sin dar su testimonio en público", han destacado.

Asignatura pendiente: la educación

Además, han considerado como "asignatura pendiente" la formación a los jóvenes sobre la historia del terrorismo.

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Un total de 1.116 casos reflejados en ese estudio corresponden a víctimas producidas por ETA y su entorno, y de ellas, la viuda del edil del PP, Gregorio Ordoñez, Ana Iribar, con quien COPE Euskadi hablaba recientemente, ha sido quien más veces ha dado testimonio público.

Después se sitúan las víctimas del yihadismo, con 151 casos detallados, y muy por detrás aparecen los relatos de personas que afectadas por otros terrorismos: los del terrorismo de ultraizquierda, entre los que sitúa al GRAPO, (30 casos), ultraderecha (11) y los GAL (11).

Casi 20 años en hablar

Las víctimas han tardado una media de 18 años en hablar, si bien las perjudicadas por el terrorismo yihadista lo han hecho antes, ya que esos atentados han ocurrido "en una época en la que las víctimas son más tenidas en cuenta".

Los autores del informe han constatado que ninguna víctima del terrorismo durante la dictadura franquista – desde 1968 hasta 1975 - contó entonces lo que le había ocurrido. Los medios no les daban voz y desde las instituciones había “miedo a las críticas que pudieran hacer a la gestión de los atentados”, por lo que se las “abandonó”.

Estas son las que más han tardado en hablar, "unos 40 años", y posteriormente han expresado haber sentido "soledad, desamparo y miedo".

La mayor parte de las víctimas, sobre todo en las primeras décadas de actividad de ETA, fueron policías y guardias civiles, sin embargo, "hay más testimonios públicos de políticos y sus familias".

En la transición “se mantuvo ese silencio de las víctimas”, época “de los años de plomo de ETA, con más de 500 personas asesinadas en atentados terroristas, pero solo se hicieron públicos tres testimonios”.

Secuestro de Miguel Angel Blanco

En años siguientes, desde 1983 hasta 1996 los testimonios “suben tímidamente”, hasta el secuestro y atentado de Miguel Ángel Blanco en 1997 supuso “un hito” porque “la sociedad se acerca más a las víctimas” y se produce “un punto de inflexión”, ya que se publican 539 relatos, hasta que desaparece la banda terrorista en 2010.

Desde entonces, en lo que los historiadores han considerado “posterrorismo de ETA”, se han conocido 730 testimonios. "Ya hay mayor conciencia y las asociaciones fomentan la memoria".