Los donostiarras celebran el Día de San Sebastián desde los balcones

Los donostiarras viven el Día de San Sebastián más atípico de su historia con calles vacías y la marcha de Sarriegui sonando desde los balcones. Esta es la estampa que deja la pandemia en la capital guipuzcoana, la muestra de una ciudadanía responsable que ha decidido teñir las fachadas de las casas de blanco y azul como alternativa a las aglomeraciones. Sin embargo, la pandemia no ha podido con una Tamborrada que se ha escuchado por toda la ciudad. Todos entonaron en la noche de ayer el tradicional 'Gu beti pozez, beti alai' con esperanza y acompañado de tambores y barriles que sonaban por todos los barrios de la ciudad.

La imágen más insólita era, sin duda, la de una Plaza Constitución vacía y que sólo lucía la bandera que el alcalde de Donostia, Eneko Goia, colocó en el mítico balcón de la Biblioteca. Aun así, con el sonido de las campanadas de las 00:00 horas la Parte Vieja donostiarra festejaba un año más el Donostia Eguna. Arrancaba con ese 'Donostia bat bakarra munduan...' que tantas veces se ha cantado durante el confinamiento domiciliario en marzo. Nada más y nada menos que 54 días seguidos entonando la marcha de San Sebastián en los balcones a las 20.00 horas. Una cita que se repetía ayer en unos balcones que se prestan a ser el lugar de refugio y celebración de una fiesta marcada por la covid.