¿Sabes cómo combatir el ruido en las ciudades?

Según datos del Eustat, el 20% de las familias vascas soportan ruidos. Una de cada cinco padece los efectos de la contaminación acústica generada por sus propios vecinos. Le siguen el tráfico, los ruidos de origen mecánico, las actividades comerciales y de ocio o el ruido de reuniones informales urbanas.

Dentro de la frialdad de estos datos estadísticos se esconden auténticos dramas personales y no pocos problemas de salud porque el ruido excesivo no sólo afecta a la audición, dificulta también la comunicación y produce otros efectos negativos sobre la salud: incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, produce insomnio, genera estrés y problemas psicológicos, además de dificultar el aprendizaje al disminuir la capacidad de atención y concentración e incluso la memoria y la motivación.

Proyecto piloto

Con el objetivo de mejorar el bienestar acústico en los barrios de la ciudad, el Ayuntamiento de Bilbao ha puesto en marcha la iniciativa "Bilboko Doinuak". Por ahora, se trata de un proyecto piloto, implementado en el barrio de San Ignazio, que busca fomentar la conciencia sobre la importancia del entorno sonoro en la vida urbana, abordando tanto aspectos técnicos como emocionales para lograr un entorno acústico equilibrado y saludable.

El proyecto busca ir más allá de los análisis tradicionales de intensidad de sonidos y ruidos, introduciendo la dimensión de la percepción social del entorno sonoro. Este enfoque innovador permite identificar no sólo los sonidos molestos que deben ser mitigados, sino también aquellos sonidos positivos que contribuyen al bienestar de la comunidad y deben ser potenciados.

“El sonido que nos rodea es un elemento fundamental para nuestro equilibrio personal y colectivo. Este proyecto nos permite entender cómo el entorno sonoro afecta nuestras vidas y cómo podemos mejorar nuestra calidad de vida a través de un entorno acústico más agradable,” ha explicado en COPE Nora Abete, Teniente Alcalde y Concejala del Área de Movilidad y Sostenibilidad.

Pájaros y risas

Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la identificación de sonidos positivos que contribuyen al bienestar de las personas. Sonidos como el canto de los pájaros, las risas de los niños y niñas y las actividades en la Ría se han identificado como elementos que mejoran la calidad de vida de los vecinos.

El proyecto “Bilboko Doinuak” ha permitido elaborar una serie de recomendaciones técnico-participadas, dirigidas a mantener y potenciar los sonidos agradables, así como a mitigar aquellos que resultan molestos. Entre estas recomendaciones se incluyen la integración de más naturaleza en las calles, el aumento de espacios públicos cubiertos y vegetados, y la reducción del ruido de tráfico.

“El éxito de este proyecto piloto en San Ignazio nos proporciona una hoja de ruta clara para extender estas iniciativas a otros barrios de Bilbao. Queremos que toda la ciudadanía pueda disfrutar de un entorno sonoro que fomente su bienestar personal y colectivo.”, ha asegurado Abete.

Barracas silenciosas

En Vitoria no es una iniciativa general para la ciudad sino algo mucho más puntual, pero se estrena en el recinto ferial de Mendizabala dos jornadas sin música ni sonidos estridentes en las barracas para que las personas con autismo puedan participar.

De esta forma, lo que es una seña de identidad de los recintos feriales: el ruido, las sirenas, la música, los sorteos de la tómbola...enmudecerán dos días para permitir la participación de las personas con síndrome del espectro autista.

Es algo que se hace desde hace años en fiestas de Bilbao, en las barracas del Parque Etxebarria y que, ahora, se traslada a Vitoria. El 26 de julio se puso en práctica de 5 a 8 de la tarde y se va a repetir en el mismo tramo el 2 de agosto.

En la capital alavesa ha pedido apagar el ruido la asociación de Autismo de Álava y el Ayuntamiento y los feriantes de la ciudad no han dudado en aceptar. Un auténtico "regalo para las familias".

En Vitoria ya la cabalgata de Reyes tiene tramos sin ruido.