La tolerancia de los vascos con la inmigración cae tres puntos

El barometro de percepciones de los vascos sobre la inmigración refleja una caída de la tolerancia con respecto a los extranjeros, y aunque sigue en valores altos se valora especialmente a la baja a los menores no acompañados.

La guerra de Ucrania y la llegada de refugiados el año pasado elevó el índice de tolerancia de los vascos a records históricos de algo más de 66 puntos.

Un año después este índice ha caido 3 puntos, aunque la consejera de políticas sociales, Nerea Malgosa insiste en que la mayoría de los vascos sigue siendo muy receptiva a los que vienen de fuera, pero reconoce una caida de casi 15 puntos en lo que se refiere a la atención a los menores no acompañados, de 85 hace poco más de un año a 70 en el último barometro.

En este sentido Melgosa recuerda las condiciones por las que esas personas se ven obligadas a salir de sus hogares, sobre todo en el Africa subsahariana y como esa migración forzada va a acabar teniendo consecuencias aquí en Euskadi, una migración para la que pide más comprensión y empatía.

En cualquier caso Euskadi está preparada para hacer frente a estas llegadas, y la consjera recuerda que a finales de septiembre se había atendido a alrededor de 2.140 personas, prácticamente las mismas que este año que está siendo muy parecido al pasado.

"Luces"

Un aspecto positivo a destacar es la mejora en la percepción del grado de integración de la población migrante. Comparado con datos de 2016, en 2023 la población vasca percibe a las personas de todas las procedencias como más integradas en la sociedad, incluso aquellas consideradas cultural o simbólicamente más distantes.

Las mujeres de origen extranjero son especialmente valoradas por su contribución a la sociedad vasca, en especial en el ámbito económico y en labores del hogar y cuidados.