A David Chamorro le apalearon por defender los valores constitucionales en la UPV

La Universidad del País Vasco ha sido siempre un entorno cómodo para los defensores de la banda terrorista ETA. En sus instalaciones ha sido y es todavía hoy frecuente leer mensajes de apoyo a sus presos, cuando no a la propia banda terrorista. Esa impunidad, es el escenario ideal para sucesos como el vivido por David Chamorro, un joven estudiante bilbaíno que fue apaleado por un grupo de radicales en el campus de la Universidad en Álava.

David Chamorro se encontraba celebrando una reunión con otro grupo de estudiantes para fomentar el desarrollo de una plataforma en defensa de los valores constitucionales en el propio campus. Una plataforma que ahora mismo no tiene ninguna posibilidad de ser creada en Euskadi. Al salir, fueron a por mí. “Me pegaban y pisaban la cabeza al grito de español de mierda”

Tras los primeros golpes, David Chamorrro cayó al suelo tras perder el conocimiento, cuando empezó a recuperarse de los golpes, sus agresores mostraron la intención de volver a agredirle, pero gracias a los gritos de otras dos compañeras de David se dieron a la fuga.

Una vez recuperado de las lesiones físicas, David Chamorro no olvida ni las psicológicas ni las morales al comprobar como la dirección de la institución académica está totalmente politizada. “Depende de lo que diga la Izquierda Abertzale, el rectorado actúa de una forma u otra. No se si por miedo o por complicidad”

David ha sufrido también el rechazo de parte de la sociedad fuera de la Universidad donde ha tenido que escuchar que “bien merecido lo tiene el fascista de la universidad, que se joda”

La presencia de estos grupos violentos en los campus es constante según este estudiante de Historia. “Cada dos o tres días es frecuente ver una pancarta de apoyo a los presos de ETA, preparan sus pancartas en el propio campus sin que nadie les diga nada y eres tú el que tiene que tener cuidado”

David Chamorro tardó varias semanas en volver al campus siendo consciente además que el resto de los compañeros le reconocían tras lo sucedido. “A mí no me va a echar nadie de mi facultad ni de mi comunidad"