"Me demostraron menos cariño que a un perro" asegura la viuda de una víctima de ETA

El marido de Lourdes Rodao, brigada del Ejército, murió tras un atentado de la banda terrorista en Santoña

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Lourdes Rodao

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

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En la madrugada del 22 de septiembre de 2008 una llamada en nombre de ETA a la DYA de San Sebastián alertaba de la colocación de una bomba en el Patronato Militar Virgen del Puerto en Santoña. En ese momento, cinco parejas de militares pasaban unos días de vacaciones en estas instalaciones. Entre ellos, el brigada Luis Conde de la Cruz y su esposa Lourdes Rodao. Cuando la pareja, siguiendo las indicaciones del personal del recinto, se disponía a abandonar el edificio, un coche bomba aparcado en la puerta principal explosionó.

“Fue un caos total. En un momento de lucidez yo le dije a mi marido que en vez de salir a la calle era mejor ir hacia la puerta de atrás del cuartel. Sin embargo, nos obligaron a salir y cuando mi marido abrió la puerta, el coche estalló y un trozo de metralla se le clavó en la carótida”. Lourdes Rodao sujetó a su marido moribundo mientras llegaba una ambulancia

“Yo pedía a toda costa que llamaran a una ambulancia, pero nadie me hacía ni caso. No hubo un plan de evacuación, ni el responsable del cuartel hizo nada por sacar a las cinco parejas que estábamos allí alojadas. Él salió por la puerta falsa y no avisó a nadie”.

Las horas posteriores a la explosión del coche bomba fueron un calvario para Lourdes. Sola, en una localidad que no conocía, estuvo deambulando durante horas sin que nadie le hiciera caso. ” Entré en un bar y escuchando la radio me enteré de que mi marido había muerto. Me demostraron que a los perros se les tiene más cariño que a mí”.

La viuda del brigada ha podido superar en parte el trauma del atentado participando en charlas a chavales de 14 años en las que les habla de la superación de un suceso así. “Ellos no han vivido en primera persona estas cosas y no les hablo del atentado sino del reto de superarlo”. Lourdes Rodao asegura que no guarda rencor a los asesinos de su marido pero que tampoco los perdona. “No quiero que a nadie le vuelva a pasar lo que me pasó a mi”