Cuando ETA disparó 25 veces a Ángel Pascual: "El asesinato de tu padre era necesario"
Íñigo, el hijo de Ángel Pascual, recuerda el día que su padre fue asesinado por la banda terrorista ETA
Santander - Publicado el - Actualizado
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El 5 de mayo de 1982 ETA asesinó al ingeniero Ángel Pascual al que Iberduero había encargado poner en marcha la central nuclear de Lemóniz. Aquella mañana, acompañado de su hijo Íñigo con 17 años, cogió el coche para ir a trabajar y cuatro miembros de la banda terrorista le tendieron una emboscada. “Tres de ellos estaban esperando en el interior de un vehículo y un cuarto, trajeado, leía el periódico en la esquina de la calle. Cuando mi padre, ya en su coche, pasó a su lado, dos terroristas bajaron del vehículo y junto con el que leía el periódico dispararon al menos 25 veces a mi padre” cuenta el hijo de Ángel en esta entrevista.
Íñigo Pascual recuerda cómo vivió la muerte de su padre
Un año antes ETA había asesinado al también ingeniero de Lemóniz José María Ryan y había comenzado una campaña de amenazas contra Ángel Pascual a través de cartas en las que le amenazaban de muerte si no abandonaba el proyecto. “Mi padre nunca contó nada a mi familia. Un día me llevó a su cuarto y sacó una de las cartas que tenía escondidas entre la ropa interior y me la dio a leer. Era el último aviso y me preguntó ¿tú qué harías hijo?”.
El asesinato de Ángel Pascual rompió la familia por completo. “Mi madre pasó cantidad de noches llorando sentada al lado de mi cama y preguntándome por qué había ocurrido aquello. Todos mis hermanos lo pasamos mal, a unos les afectó más en los estudios, mi hermana más pequeña sufrió una pérdida de peso hasta casi perder la vida... fue muy duro”.
Íñigo Pascual recuerda como su padre hizo infinitas cosas bien, pero alguna hizo mal. “En su momento me dijo que si él moría me ocupase yo de la familia. Y yo ni tenía edad ni tenía madurez para ocuparme de ninguna familia. Aquello supuso una carga enorme”
Tras el asesinato de Ángel Pascual la respuesta de la sociedad fue muy buena, sobre todo los primeros días. “Cuando ocurre, estás como en una nube. Todo el mundo alrededor te da las condolencias. Luego te encuentras solo” recuerda Íñigo.
El asesinato de Ángel Pascual es uno de los que aún no están resueltos. “Una de las cosas que requiere alguien que ha sufrido algo tan terrible es conocer quiénes son los asesinos y segundo que cumplan sus condenas”.