Supieron desde el primer minuto que el Gobierno no podía negociar con ETA
Cristina Cuesta recuerda a los padres de Miguel Ángel Blanco fallecidos este mes de marzo
Santander - Publicado el - Actualizado
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“Son parte de nuestra familia social. Son personas que marcaron un camino de dignidad ante las situaciones más atroces. Son personas a las que nos gustaría parecernos”.
Palabras que Cristina Cuesta, víctima de ETA y directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco, dedica a Miguel y Conchi padres del concejal asesinado por la banda terrorista, fallecidos este mes de marzo.
“Las circunstancias son tremendas. El que no podamos despedirles ahora,añade más dolor”.
A Cristina Cuesta los padres de Miguel Ángel han sido “unas de las personas que más me han impresionado. Ellos tenían muy claro desde el minuto primero que el Gobierno no podía negociar con ETA. Es algo tan grande, tan digno. Tenían la convicción de que no podía haber más migueleangeles”.Cuensuelo Garrido, madre del concejal asesinado,siempre ha dicho que no ha odiado, que no devuelve el odio que causo la perdida injusta y terrible de su hijo. “Tenía un corazón tan grande que no cabía ni el odio ni el rencor”.
El asesinato del Miguel Ángel supuso el paso de una lucha pacifista a un movimiento por la libertad. Ese es el gran salto que provocó la muerte del hijo de Miguel y Consuelo. Las víctimas a lo largo de la historia de ETA, cuenta Cristina Cuesta en esta entrevista a COPE, “hemos sido tratadas por la sociedad de diferente manera. Cuando asesinaron a mi padre en los años 80, las víctimas estábamos estigmatizadas, el algo habrá hecho. Te amenazaban, te mataban y te humillaban”.
Con Miguel Ángel Blanco, la sociedad española se da cuenta de la inocencia de todas y cada una de las víctimas del terrorismo. En este sentido, dice Cristina Cuesta,los padres de Miguel Ángel se han sentido, acompañadas, comprendidas y queridas. Hoy en día las víctimas no se sienten solas.
Desde que acabo ETA ha habido una gran relajación. Pero es cierto que no se puede cerrar un duelo hasta que no se llegue a toda la verdad de cada asesinato. “Cuando reclamamos memoria choca con que haya homenajes, choca que aún haya partidos legales que no condenan ni el crimen de Miguel Ángel, ni el de mi padre ni el de ninguna victima. El cómo contamos el legado de las víctimas del terrorismo a las nuevas generaciones es ahora el ámbito de actuación”.