Este es el 'Síndrome de la chica buena' que puede que padezcas y aún no lo sabes

"Son personas que no tienen un papel protagonista en sus propias vidas", así describe la psicóloga Marta Martínez Novoa este patrón con el que cada vez más mujeres llegan hasta su consulta. Y es que insiste en que cada año atiende a más pacientes con el 'Síndrome de la china buena', un síndrome que llega cuando "se anteponen las necesidades de los demás a las propias", lo que lleva a sentir "un vacío vital aun sabiendo que se tiene todo en la vida".

Bajo el título 'El Síndrome de la chica buena', la especialista ha publicado un libro en el que da las claves para reconocer este patrón en nosotras mismas. Páginas a través de las que guía a las lectoras por un viaje para analizar su pasado y entender por qué sienten así su presente. El objetivo no es otro que construir un futuro en el que detectar cuáles son las prioridades. Martínez Novoa explica que se trata de "nociones para liberarte de las falsas exigencias de bondad y aprender a cuidarte, sentirte segura y confiar en lo que haces".

Cuando la bondad se convierte en problema

En este sentido, plantea algunas cuestiones vitales para detectar cuanto antes si se ha caído en este patrón. En principio, ser buena no tiene nada de malo, pero puede convertirse en un problema cuando "la bondad" te pone límites a ti misma, es decir, te dificulta la resolución de conflictos, la muestra de tus valores por la influencia de los demás. "Esto pasa cuando ha faltado autoescucha, cuando no hemos tenido una conexión con nosotras mismas. De ahí la importancia de saber qué necesitamos para llegar a la libertad", asegura la psicóloga.

Martínez Novoa insiste en la relevancia que tiene dejar de complacer a todo el mundo y empezar a pensar en una misma para alcanzar la felicidad personal. Un mensaje que envía a toda la población, ya que ha constatado que este síndrome se da en varias generaciones de mujeres. "Cuando escribí este libro pensé que afectaba a mi generación, a la millennial, pero cuando empecé con las charlas me di cuenta de que había personas de todas las edades", asegura.