Roban la placa en homenaje al 'cura del circo de Bilbao', que casó a Bárbara Rey y Ángel Cristo
En COPE Euskadi repasamos la vida del Padre Miguel María Mendizabal y conocemos los detalles del robo
Bilbao - Publicado el - Actualizado
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El padre Miguel María Mendizabal no era un cura cualquiera, era 'el cura del circo y los feriantes' de Bilbao. Los que le conocieron hablan de un religioso volcado con la ciudad al que miles de bilbaínos echan de menos desde 2007, cuando se le tuvo que decir adiós. Su funeral se celebró frente a su casa, el número 46 de Hurtado de Amézaga, en la iglesia bilbaína de San Francisto de Asís, donde habitualmente oficiaba las misas. Lo curioso es que además de por su vocación religiosa, se le conocía por su devoción por el circo. Y es que lo llevaba en la sangre. Su tío era el conocido payaso 'Carablanca', al que él siempre admiró. Por esta razón, fue designado director nacional del Apostolado de Circos, Ferias y Espectáculos Ambulantes. Un cargo que le llevó a ser el cura que oficiara la boda de Bárbara Rey y Angel Cristo.
En definitiva, setenta y tres años de vida que dieron para mucho. Toda una vida de reconocimientos, que tampoco faltaron tras su muerte. Una vez fallecido, la Konpartsa Moskotarrak promovió un homenaje de recuerdo. Homenaje en forma de placa que hasta hace una semana lucía en la fachada del edificio donde siemper vivió. Hoy, sin embargo, el inmueble ya no viste esta distinción. Moskotarrak ha denunciado el robo de la placa. Jose María Amantes, el histórico de la comparsa bilbaína, se pasa por los micrófonos de MEDIODIA COPE Euskadi para repasar la vida del Padre Miguel María Mendizabal y explicar los detalles del desagradable robo. "Ha desaparecido y todos podemos imaginar que es para sacar un dinero por ella. Sin embargo, no denunciamos por el valor económico, sino sentimental, te quitan un pedazo de Bilbao", asegura el comparsero.
"Le queríamos mucho"
En MEDIODIA COPE Euskadi hemos visitado a Asun, la vecina, de 71 años, que dio la voz de alarma. Este mediodía hemos entrado en el número 46 de Hurtado Amézaga, la casa del Padre Mendizabal, donde segura que "cuando salió a la calle se dio cuenta de que la placa no estaba" y denunció lo ocurrido "en la Policía Municipal". Sin embargo, hasta el momento, se desconoce el motivo del robo, aunque se sospecha que pueda "haberse llevado a alguna chatarrería". Un hecho que Asun lamenta, ya que "todos los vecinos éramos una famlia y le queríamos mucho".