El síntoma que evidencia que tu hijo está estresado ante la sobrecarga de trabajo en las aulas: lo revela un psicólogo
Javier De Haro pone el foco en la presión y en el exceso de tareas de los más pequeños
Murcia - Publicado el
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El estrés es un mal compañero de viaje. Lo es para los adultos, pero cada vez más afecta a los niños. El exceso de tareas en unos casos, o la presión alta pueden llevar al fenómeno conocido como el burnout infantil.
El psicólogo Javier De Haro explica en qué consiste. "El burnout se refiere al agotamiento físico, pero también emocional y mental que podemos sentir y que también pueden sentir los niños. Ocurre cuando nos vemos desbordados, porque estamos expuestos, diríamos de forma muy prolongada, a factores que nos estresan".
Los síntomas son de lo más variados y llegan a afectar físicamente. "El primero que se ve es directamente ese agotamiento físico-emocional y eso es muy característico, porque un niño cuando está agotado, cuando está pasado de vueltas, por así decirlo puede tener cambios de humor, irritabilidad. Hay momentos que está sobreexcitado, que tú lo ves cansado y ves que no puede más consigo mismo".
síntoma físicos
La pérdida de motivación, desgana, apatía y la pasividad también evidencian un problema. "A veces también incluso pueden somatizar en síntomas físicos. Les duele la barriga, les duele la cabeza y pensamos que nos engañan, pero es que el estrés te puede provocar eso. Y, finalmente pueden dar problemas de sueño, problemas de alimentación y se desajustan porque el descanso es fundamental", explica el experto.
De Haro reconoce que no centrarnos tanto en lo que le está pasando que ante los síntomas hay que centrarse en saber qué es lo que lo origina ese malestar y qué es lo que necesita el niño para recuperarse.
"Lo primero que tenemos que descartar es que haya algo puntual como un proceso de separación, un tema de bullying o un cambio significativo en la vida del niño. Si no hay nada de esto, tenemos que ver si hay una sobrecarga, hay una falta de equilibrio entre lo que es colegio, tareas escolares, extraescolares, y sobre todo, falta de tiempo libre".
Los niños necesitan tiempo para poder desconectar y hay algunos que uniendo todas las tareas hacen más que una jornada laboral de adulto.
"El burnout empieza ya a los siete años. Un niño con siete u ocho años no tiene la capacidad suficiente para aguantar tantas y tantas y tantas horas. Y fíjate que es curioso, porque a veces los vemos a lo mejor con la televisión o con las pantallas y pensamos que así desconectan, pero es todo lo contrario. Genera un efecto rebote, un efecto contrario, porque ese enganche genera más ansiedad".
Educador y psicólogo
necesidad de aburrirse y de equivocarse
Necesitan tiempo para aburrirse y desconectar y que las expectativas no sean excesivas con las notas, entre otros conceptos.
"Ya no es el agotamiento físico, también es esa presión mental. Hay muchos niños que tienen una presión muy exagerada con el tema de las notas, con el tema de hacerlo todo bien, con el tema de ser hiper responsables. Al final eso lo que hace es que el niño sea muy dicotómico y solo vea o si está perfecto o si no está perfecto. Como padres debemos ser mucho más tolerantes con el error y quitarles mucha esa presión".
Otro debate es una excesiva carga de deberes para hacer en casa. "A ver, yo creo que hoy la carga es muy grande, pero por varios motivos. Es cierto que muchas veces tienen un exceso de deberes, es una asignatura pendiente de los colegios, porque no les enseñamos a estudiar bien, no les enseñamos a ser eficientes. Muchas veces hay cositas que las podrían hacer más rápido y están muchas horas porque realmente siguen memorizando y eso es una responsabilidad del colegio".
Hay que hallar un equilibrio, porque sí es importante que hagan tareas. "Un tiempo que sea algo coherente y algo prudente. Por ejemplo, un niño de primero y segundo no tiene que estar una hora haciendo fichitas. Tiene que a lo mejor leer diez, quince minutitos y así de forma progresiva ir aumentando ese nivel de exigencia. Estamos llegando a un punto en que ese nivel de exigencia es brutal".
Una mejor organización de los deberes es crucial, para evitar que se dejen todos para la última hora y genere esa fuente de estrés. Sin embargo, hay que tomar cartas en el asunto para ir haciendo que disminuya el estrés.
algunos trucos
Hay que buscar trucos para rebajar la presión.
"En casa, por ejemplo, yo cuando le pregunto el tema le doy una pizarra para que me lo explique como si fuera el profesor. Luego también tengo que poder poner un límite. Si yo ves que tu hijo tiene tres horas de deberes, sería bueno preguntar al profesor".
"A nivel general, hay que reducir sobrecarga de tareas, porque llega un momento que ya no sólo el tema escolar, sino lo que has comentado, los deportes, las extraescolares... el niño no descansa. Es muy importante incorporar en el día a día momentos con nosotros, momentos de disfrutar, porque lo que más le permite desconectar a un niño son las actividades positivas, actividades placenteras".