Lorca pide al Gobierno que restaure por vía de emergencia la iglesia medieval de San Juan

El Ayuntamiento de Lorca solicitará al Gobierno central la restauración por la vía de emergencia de la iglesia medieval de San Juan, que se encuentra en riesgo de “colapso parcial” tras las lluvias de las últimas semanas, que han agravado su estado ruinoso. 

La concejala de Urbanismo, María Hernández, ha dicho que el templo ha sido inspeccionado por los servicios técnicos municipales, que han concluido en sus informes que el estado que presenta el templo hace inviable la realización de obras parciales de urgencia para consolidar zonas dañadas y que se requiere una intervención integral.

El informe técnico recoge que se han desprendido las decoraciones y el conjunto de molduras de una pechina de la cúpula principal, en la que hay filtraciones generalizadas.

Los nuevos desprendimientos indican que ha habido movimientos estructurales a pesar del apuntalamiento provisional con muros de bloque de hormigón con el que cuenta el templo.

También  se observan grietas y escombros en el suelo procedentes de desprendimientos de mampuestos de los muros y revestimientos.

Los muros en la zona sin cubierta han absorbido el agua, aumentando de volumen y las grietas también han visto amplificado su tamaño “pudiéndose producir colapso parcial”

Su homóloga de Desarrollo Local, Rosa Medina, ha recordado que desde 2023 el ayuntamiento está esperando que el Gobierno central ejecute la restauración integral del edificio, que iba a requerir una inversión estatal de 2,6 millones de euros.

Ha recordado que la obra no se ha iniciado porque no se han aprobado los presupuestos generales del Estado, pero el ayuntamiento urgirá ahora al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que es el que tiene previsto financiar la rehabilitación del templo, a que apruebe una partida de emergencia para ejecutar esas obras, porque el templo está en peligro.

La iglesia, construida en el siglo XV, reconstruida en el XVII y abandonada desde que fue saqueada en la guerra civil, está acordonada desde la semana pasada y su situación no solo supone riesgo para el patrimonio, sino para los peatones y también para la circulación rodada, ya que junto al templo pasa una carretera.