La importancia de las emociones en los niños con altas capacidades

Los grandes talentos esconden enormes responsabilidades y también algunos peligros. A priori, un niño con altas capacidades tiene ante si un don, pero esa capacidad mal dirigida puede causar sentimientos de fustración y de inadaptación. Tan importante es potenciar sus posibilidades, como estar atentos a sus necesidades emocionales. Javier De Haro lo tiene claro, porque ha vivido como muchos chavales se sienten como bichos raros.

El psicológo y educador pone el foco en lo verdaderamente importante. “Se pierde talento por no saber ayudarles. Los profesores muchas veces tienen mucha ratio de alumnos y a veces es imposible porque hay falta de recursos. En casa también hay que estar atentos"

Cómo saber qué tiene altas capacidades

De Haro nos reconduce en la idea preconcebida de que son altas notas o excelentes resultados en ciertos test. "Muchas veces en la valoración buscamos una puntuación x en diferentes cuestiones. No siempre es el denominador común de un niño que tiene talento. Suelen tener mucha inquietud, destreza especial para algunas cuestiones. Son chicos curiosos, y desde pequeños deberíamos potenciar sus intereses y no quitarles las ganas que tienen de aprender".

Nos ofrece consejos para als familias y los profesores que tengan hijos o alumnos en esta situación. "Lo primero y más importante es que pensamos en enriquecimiento, en más nivel de curso y lo fundamental son las emociones, porque suelen ser introvertidos. Ver como está a nivel afectivo es más importante que lo académico. Es fundamental que socialicen, que hagan amigos", e incide en que "más que mandarle más tareas a veces se puede emplear el tiempo que le sobra a ayudar a compañeros y fomentar sus vínculos".

En casa se debe pensar en juegos que le interesen y que potencien ese don, ya sean puzzles, construcciones de Lego o algún proyecto que les resulte interesante, Se debe tener cuidado con que se vuelvan excesivamente perfeccionistas o que solo quieran volcarse en aquello que se les da bien. Por encima de todo se debe estar atento a sus sentimientos y a que encajen en el grupo.

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