Hace recuento de las propinas en un bar de Murcia en un mes y sorprende el dinero que reúne: "Con españoles"
En algunos países es obligatorio, pero en España hay libertad para dejar lo que consideres y la tradición dice que somos un poco tacaños con los trabajadores
Madrid - Publicado el
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Mientras algunos abogan por recompensar un servicio excepcional, otros cuestionan la obligatoriedad de dejar propina. Es un debate instalado en España desde hace mucho tiempo y la historia nos dice que en el país se deja poca cantidad. Pero esta trabajadora de hostelería en Murcia sorprende cuando muestra lo que recibe durante un mes.
Dejar algo más dinero del marcado en la cuenta o pedir que no nos devuelvan el cambio cuando pagamos (siempre que este esté dentro de una cantidad razonable) es una manera de agradecer a los camareros el servicio que nos acaban de prestar. Suele depender del nivel de satisfacción del cliente con lo acontecido.
Un estudio de Alpha Research aseguraba que solo un 11 por ciento de los clientes deja propina, mientras que un 17 por ciento reconoce que no lo hace nunca. En este contexto, existe una causa que ha ayudado a que las propinas se reduzcan: el uso de tarjeta bancaria a la hora de pagar en los restaurantes. Aunque siempre puedes decir que te cobren más.
Si vamos ciudad a ciudad, un estudio de la plataforma Preply, una escuela online de idiomas, señala que en Valladolid es la provincia en la que más propina se deja, seguido de Las Palmas, A Coruña y Cádiz tras consultar cuánto solían dejar y el importe de la comida en el restaurante.
Propinas
En muchos países, la propina es considerada una parte integral de la compensación de los trabajadores en sectores como la hostelería y restauración. Sin embargo, las actitudes varían significativamente en todo el mundo. En algunos lugares es vista como una expresión de gratitud, al tiempo que en otros puede percibirse como innecesaria u ofensiva.
En España la cantidad suele ser más modesta en comparación con países como Estados Unidos, donde es común dejar entre un 15 por ciento y un 20 por ciento del total de la cuenta y donde la propina está establecida por ley como una parte esencial de los ingresos de los trabajadores del servicio.
En algunos países de Europa, dejar propina es un hecho obligado, ya que se entiende que esta forma parte del salario de los trabajadores, como sucede en República Checa, por ejemplo. Ahí, al traernos la cuenta, sale reflejado en el propio ticket lo que debemos pagar por los productos consumidos y el porcentaje añadido que se debe abonar en concepto de propina.
Por otro lado, en otros países como en China no es un gesto conocido ni habitual: los camareros cobran mensualmente lo establecido en sus nóminas y los clientes desconocen el significado de la palabra propina. En definitiva, la cultura de la propina persiste como una tradición arraigada en muchas sociedades, aunque su forma y significado varíen.
Sorprende el dinero que reúne
Si queremos hacerlo, el porcentaje de la misma debe estar en torno a un 10% del precio total de la cuenta o, al menos, eso es lo que se espera en bares o restaurantes. Si esto se cumple, tiene sentido el recuento que hace esta chica de lo que obtiene durante todo un mes en forma de propinas en el local en el que trabaja en Murcia.
En este bar, a pesar de trabajar principalmente "con españoles" como declara, parecen generosos. En cualquier caso, la solución radica en la conciencia cultural, la generosidad y la consideración hacia quienes brindan servicios, mientras se trabaja hacia sistemas que garanticen salarios justos y condiciones laborales equitativas.