El año de la familia: Estamos llamados a ser Iglesias Domésticas
El padre Alexandre Awi Mello analiza los frutos de la exhortación Amoris Laetitia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El día de la Sagrada Familia el Papa Francisco ha anunciado la convocatoria de un año especial dedicado a la familia que comienza el 19 de marzo, día de san José y que durará hasta el año 20222 con el Encuentro mundial de las Familias. Aprovechando el quinto aniversario de la exhortación Amoris Laetitia, el secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Alexandre Awi Mello, analiza este tiempo tan especial.
Francisco ha invitado a los fieles a recuperar la exhortación para llevarla a la práctica en las familias: "El Papa aprovecha este aniversario para hacer un nuevo lanzamiento de esta exhortación que recoge tantas reflexiones sobre la familia. Su contenido tiene todavía mucho que desarrollarse. La exhortación después de un primer momento no todo se ha aprovechado todo lo bien que se puede. Muchas familias no saben todavía lo que es, y tiene mucha riqueza para la vida práctica de las familias. Que los jóvenes también conozcan este impulso".
Las familias son la unidad básica de la Iglesia y "el Papa nos invita a ser testigos del testimonio de nuestra experiencia positiva de famlia. El título de la exhortación habla del amor y de la alegría de la familia. El sacramento tiene una fuerza propia y te ayuda a vivir como una familia cristiana. Las familias están llamadas, más que a dar grandes discursos, a dar testimonio de vida. Personas que realmente se las crean y que sigan amándose y transmitiéndose el amor. Que sean fuente de vida, de esperanza y de amor".
"Sigue siendo un desafío que las familias tomen conciencia de ser Iglesia Doméstica. Hemos tenido muchas experiencias que nos han contado de la fuerza de la familia cuando muchas casas estaban cerradas. Las familias que cultivan valores y experiencia de oración pudieron vivir mejor este momento de pandemia. En cambio supimos que los índices de agresión y de dificultades se agravaron en este tiempo, en familias que no conocen esa presencia de Dios en ellos. Es un desafío que las familias se conciencien de esto y lo vivan".