Así combate contra el coronavirus Cáritas Uganda
Las instituciones de la Iglesia son las que combaten en primera fila contra la pandemia en África
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Desde el pasado mes de marzo Cáritas Uganda ha invertido 400.000 euros en asistir a más de un millón de personas afectadas por la pandemia en siete 7 diócesis del país. En Gulu, situada al norte, Cáritas brindó apoyo al equipo de trabajo de los distritos con combustible, detergentes y recipientes de agua, y asesoró en la gestión de casos en cuarentena.
También apoyó al gobierno en la capacitación de equipos de vigilancia para rastrear posibles brotes de contagio, y ofreció dos vehículos con conductores a tiempo completo para la vigilancia, beneficiando así a un total de 200 mil personas. La asistencia se extendió a 4.000 refugiados en el asentamiento de Pagirinya, donde Cáritas distribuyó barras de jabón, estaciones de lavado de manos, mascarillas y desinfectantes.
En Kasana Luweero, Cáritas atendió a 8.000 niños en hogares para huérfanos y 25 centros de salud recibieron equipos de protección y capacitación para 50 trabajadores de la salud que llevan a 500 aldeas información preventiva. Además distribuyó alimentos para los isleños afectados por el confinamiento y proporcionaron transporte a las mujeres embarazadas para acceder a la atención materna.
En Kampala, la capital, la acción se ha centrado en distribuir materiales sanitarios y mascarillas a través de 69 parroquias, ayudando a 200.000 personas. En Fort Portal, que incluye distritos donde la agricultura es la principal actividad económica, se aseguró que 5.800 agricultores y sus familias recibieran materiales de higiene. La radio ha sido una herramienta decisiva para Cáritas en la sensibilización de la población: así ha sucedido en Hoima, uno de los puntos más afectados por el Covid, y en Kasese, fronterizo con la República Democrática de Congo.
Es importante que estas comunidades puedan comprender cómo se desarrolla la pandemia y las medidas de protección a tomar. También ha colaborado la Oficina Médica Católica de Uganda, que ha entregado equipos de protección a las instalaciones de salud en los distritos de alto riesgo, así como instalaciones de saneamiento para los hogares y centros más vulnerables. La Conferencia Episcopal de Uganda ha urgido a que se mantenga un espíritu fuerte de hermandad mientras la pandemia siga azotando al país.