La delicada gestión que ha llevado a cabo el Vaticano para conseguir la paz en un país africano
El cardenal Pietro Parolin, ha sido el primer líder extranjero que se ha atrevido a visitar la región anglófona de Camerún
Madrid - Publicado el
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El Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, ha sido el primer líder extranjero que se ha atrevido a visitar la región anglófona de Camerún, inmersa en un conflicto armado desde 2016. Esta región occidental se considera maltratada por la mayoría francófona del país, lo que ha llevado al nacimiento de un movimiento independentista. El conflicto ha causado ya la muerte de entre 2.000 y 3.000 civiles, y más de medio millón de desplazados.
En este contexto, la llegada del Cardenal Parolin como enviado del Papa ha sido un gesto claro del compromiso de la Iglesia a favor de la reconciliación y la paz. El pasado domingo cientos de personas desafiaron los llamamientos al boicot de los grupos armados independentistas, y acudieron a la misa de imposición del palio al nuevo arzobispo de Bamenda, la capital de la región anglófona. En su homilía, el Cardenal afirmó que el Papa Francisco es consciente de las dificultades que vive aquella región y desea alentar los deseos de paz y reconciliación.
También advirtió que la violencia no resuelve los problemas, y que solo un diálogo verdaderamente sincero puede lograr la paz. Al final de la Misa, el arzobispo Andrew Nkea pidió a los asistentes que se pusieran en pie y agitasen pañuelos blancos, como hacían él mismo y el Secretario de Estado. Un signo importante de distensión fue la presencia durante la celebración de dos ministros del gobierno de Camerún, lo que ha llevado a pensar en la posibilidad de una mediación de la Iglesia para superar el conflicto.
La propia Iglesia camerunesa lleva varios años favoreciendo el diálogo, aunque eso la coloca en difícil situación, tanto frente a los independentistas como frente al gobierno. Durante su estancia en el país, el Cardenal Secretario de Estado se ha reunido con el presidente de la República, Paul Biya, al que aseguró la disponibilidad de la Iglesia católica y de los obispos de ambas regiones para contribuir a una solución duradera.