Las celebraciones del Año Ignaciano nos recuerdan que San Ignacio fue un canal con Dios en el mundo
A pesar de haber pasado 500 años, los ejercicios espirituales de San Ignacio son una metodología muy actual que se sigue investigando
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Coincidiendo con la festividad de San Ignacio de Loyola, el Superior General de la Compañía de Jesús, el Padre Arturo Sosa, el pasado sábado en Barcelona, participó en las celebraciones de Ignatius 500, que conmemora el quinto centenario de la conversión de Ignacio. Además, abrió la Puerta del Jubileo del Santuario, que se une de este modo a la celebración del Año Ignaciano. Se trata de la puerta que daba acceso a la Santa Cueva desde 1625 y a lo largo de tres siglos, hasta principios del siglo XX. Ahora está situada en el espacio de acogida que une el Santuario y la Cueva.
Fue otro de los momentos importantes en el marco del Año Ignaciano, que dio comienzo el pasado 20 de mayo en Pamplona. En esta ocasión fue en la Basílica de Santa María del Mar, en Barcelona, y en el Santuario de la Cova de Sant Ignasi, en Manresa.
Para conocer un poco más sobre esta celebración ha pasado por los micrófonos de la Cadena COPE el Padre Enric Puiggros, Delegado de la Plataforma Apostólica de los Jesuitas en Barcelona, quien recuerda San Ignacio de Loyola como alguien "que pasó de querer hacer grandes hazañas en favor de grandes heroicidades, a perder la pierna y en su convalecencia en Loyola tener un cambio de planes y emprender el camino de seguimiento de Jesús".
Un camino que San Ignacio comenzó en Pamplona y un recorrido que le lleva hasta tierras catalanas y hasta Manresa, "desde que sale de Loyola tiene deseos de ir a un Monstario,el de Nuestra Señora de Monserrat, para hacer confesión general y entregar las armas a María". En ese momento de cambio tiene que ir a Manresa y está siete meses allí, es ahí donde escribe buena parte de los conocidos como ejercicios espirituales", cuenta el Padre Enric. Manresa fue un lugar importante en el itinerario de conversión de San Ignacio.
La propuesta que hace San Ignacio para cambiar la vida a partir de esos ejercicios, asegura el Padre Puiggros que, "se trata de una metodología espiritual muy pautada y basada en el diálogo con el acompañante. Además, "la materia que propone Ignacio en el libro es un itinerario pensado en unos 30 días, que dentro de una primera parte va siguiendo la vida de Jesús. Es una contemplación, un ir poniendo en el centro de la persona, la persona de Jesús en todos los episodios de su vida culminando con el misterio de la muerte y resurrreción, para que la persona pueda escoger el tipo de vida que el Señor quiere para ella".
A pesar de haber pasado 500 años, sigue siendo una metodología muy actual y a día de hoy se sigue investigando.
Puiggros hace referencia a las palabras del Padre General en la misa de Barcelona, quien dijo que "los 500 años no es una glorificación del personaje sino una acción de gracias porque Dios se ha manifestado en San Ignacio como canal de presencia en el mundo".
Sobre la visita del Papa a España, el Padre Enric Puiggros asegura que "el Papa tiene muchas ganas de venir y recordaba su invitación a Manresa".