La libanesa Jumana Trad cuenta cómo está el país un mes después de la explosión de Beirut

El pasado 4 de agosto se produjo una devastadora explosión en el puerto de Beirut, que además de provocar numerosos muertos y heridos ha suscitado una verdadera convulsión en el Líbano, un país singular por muchas cosas, y verdadera pieza clave para el futuro de Oriente Medio. Sobre la situación que atraviesa el país un mes después de la explosión hemos hablado en 'El Espejo' con Jumana Trad. Esta libanesa preside la Fundación Promoción Social de la Cultura, una ONG que desde 1987 trabaja por el desarrollo humano y la promoción de la cultura.

Jumana Trad ha explicado que "la gente está muy traumatizada, muy pesimista para el futuro. Muchos están pensando en emigrar. Además de la crisis económica que ya había y el coronavirus, ahora muchos tienen que reparar sus casas, los colegios también hay que repararlos, los hospitales no se pueden usar... La gente se ve como sumergida por el gran problema que tienen encima".

La explosión ha llegado en un momento delicado para el Líbano, que ya atravesaba una difícil situación, con una crisis económica galopante y con una crisis de gobierno muy importante, que amenaza la peculiar forma de reparto de poder que tiene el Estado. "Las tres grandes partes sienten que su referente no es el jefe de Estado, o el jefe de su empresa, sino el jefe de su facción política o religiosa. El problema es la fragmentación del poder. No hay una idea de ciudadanía", señala la presidenta de Fundación Promoción Social de la Cultura.

Para Jumana Trad, la propuesta del primer ministro libanés de crear una nueva estructura de Estado, de carácter laico, es viable, pero "necesita mucho trabajo. Hay mucha gente del poder político, económico y social que puede perder muchos puntos con esta proyecto. Pero si todos se ponen de acuerdo, podría funcionar porque, sobre todo, los jóvenes es lo que quieren, ya que no se reconocen en este estado fragmentado por confesiones".

Otro de los problemas que sobrevuela el país de los cedros es el riesgo de un conflicto interreligioso, como ya ha ocurrido en otras ocasiones. "La situación geopolítica que hay alrededor del Líbano también tiene reflejo en el interior del país. También ha habido algún incidente a las afueras de Beirut en las últimas semanas e incluso el presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió del riesgo que existía de una guerra civil, desgraciadamente", apunta la presidenta de Fundación Promocion Social de la Cultura.

Cuando las cosas se ponen feas, la Iglesia siempre juega un papel importante en el intento de apaciguar los ánimos y asistir a los que lo han perdido todo, como recordaba Jumana Trad. "El patriarca Raï de los maronitas está insistiendo en que haya un Estado más fuerte y también en que el país debe mantener la neutralidad siempre, sin posicionarse en ninguna de las guerras que hay alrededor del país. Y mientras, la Iglesia está abriendo sus puertas a los que lo han perdido todo, especialmente en la zona cercana a la explosión", concluye Jumana Trad.