Mikel Ayestaran, autor de 'Jerusalén, santa y cautiva': “Me cuesta encontrar una ciudad parecida en el mundo"
Una crónica de Jerusalén escrita en primera persona a partir de las historias de vecinos de los cuatro barrios, musulmán, judío, armenio y cristiano, de la Ciudad Vieja
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Mikel Ayestaran, es periodista y corresponsal de varios medios, entre ellos del grupo Vocento y esta cadena, la Cadena COPE. Mikel, ha publicado recientemente un libro sobre la ciudad en la que vive y trabaja, Jerusalén, con el título de 'Jeruslaén, santa y cautiva'. Al preguntarle sobre en qué está cautiva, Mikel no duda en su respuesta, es rotunda, “cautiva de esa santidad”.
Instantáneamente recuerda las palabras de un amigo franciscano,”los cristianos intentamos cristianizarla y fracasamos, los musulmanes han intentado durante siglos islamizarla y ahora estamos en una época donde los judíos quieren judaizarla, una y otra vez la ciudad ha estado cautiva de esa santidad”.
El libro se ciñe a la Ciudad Vieja porque es “la autentica madre del cordero”, dice entre risas. Es un lugar donde en muy pocos metros se reúnen las tres religiones monoteístas que son contradictorias.
La política y religión se viven con intensidad, ese doble choque de narrativas hace que el día a día para vivir y trabajar a pie de calle sea "muy intenso".
Las historias recogidas en este libro de los últimos años de su vida en Jerusalén en esos cuatro barrios de la Ciudad Vieja son realmente las historias de personas que viven o trabajan dentro de ese cuadrado donde se encuentran los lugares santos. Algunos de los protagonistas son el Gran Rabino a la hora de explicar el muro, el responsable de los francsicanos dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro, "ellos nos cuentan el día a día en ese lugar, nos dan más pistas", asegura Mikel.
Este periodista reconoce que uno de los grandes problemas ha sido la selección de personajes, "porque con cada uno podrías escribir un libro entero".
Ayestaran, vive muy cerca de la puerta de Damasco y cuenta como siempre descubre una cosa nueva, "es un lugar pequeño pero solo tienes que sentarte y fijarte. Todos los monumentos son fascinantes y hay que leer el contexto y, en Jerusalen aun más, cambias de un barrio a otro, no hay barreras fisicas pero te das cuenta por muchos matices".
Sobre la vida de un periodista en familia en Jerusalén afirma que es una vida muy cara, dos o tres veces más cara que en España. Destaca que lo que más le gusta es lo tremendamente amiga de los niños que es, el valor de la familia.
Una pregunta obligada es la situación actual de los cristianos, donde asegura que acutalmente la presencia es minoritaria, "eso se percibe en un lugar como el Santo Sepulcro". Pero, la relación entre las distintas religiones te hacen darte cuenta de la infidiad de divisiones que hay dentro de cada grupo, explica, "diferencias que en muchas ocasiones les han llevado a las manos".
El autor de 'Jerusalén, santa y cautiva', se despide asegurando que “me cuesta encontrar una ciudad parecida en el mundo. El síndrome de Jerusalén es algo más, creerte que estás viviendo en esa Jerusalén bíblica".