En 'El Espejo'
Nicolás Álvarez, sobre el 'caso Pell': "El Papa ha sabido mantener la confianza en la presunción de inocencia"
El consejero editorial de Ediciones Palabra presenta 'Diario en prisión', el libro en el que el cardenal George Pell narra su estancia en prisión, condenado de forma injusta
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Diario en prisión es el libro editado por Palabra que recoge la experiencia vivida por el cardenal australiano George Pell, condenado a seis años de prisión por un delito de abusos sexuales supuestamente cometido en los años 90. Pell permaneció un año y dos meses en prisión, hasta que el Tribunal Supremo australiano anuló por unanimidad la sentencia. Para comentar este libro y todo lo que ha supuesto este histórico caso hemos invitado a 'El Espejo' al profesor Nicolás Álvarez de las Asturias, vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid y consejero editorial de Ediciones Palabra.
No se trata de un libro cualquiera, sino que dice mucho de la vida contemporánea de la Iglesia. "Me parece que el hecho de que haya obispos y sacerdotes que vayan a la cárcel injustamente forma parte de la historia de la Iglesia y es un clásico de los fenómenos persecutorios con los que la Iglesia ha tenido que lidiar desde sus inicios", señala Álvarez de las Asturias.
"El elemento de novedad está en que sucede en un país que se considera un estado de derecho, donde rige la presunción de inocencia, donde se dan todas las garantías procesales y donde, en definitivo, se tiene derecho a un juicio justo. En el caso del cardenal Pell, que el juicio se haya manifestado en sus primeras instancias tan manifiestamente sorprendente por la debilidad de las pruebas, el modo de proceder de los jueces...", explica el sacerdote.
"Quizá, el gran elemento de esperanza es que el estado de derecho al menos, en última instancia, ha funcionado y el cardenal Pell, después de mucho sufrimiento, ha sido reparado, se le ha reconocido su inocencia y ha quedado acreditada de una manera incontestable", apunta el vicerrector de San Dámaso.
En este caso se entrecruzan el debate jurídico y el debate social y mediático, con ese clima de hostilidad social que el cardenal Pell describe en Diario en Prisión. "El caso pone de manifiesto que el que la Justicia sea imparcial y pueda sustraerse a todas las cuestiones externas es un deseo que ha llevado a poner todo tipo de garantías a lo largo de la historia, pero que no necesariamente se verifica. La situación de escándalo social, de linchamiento mediático... que sucede cuando se dan acusaciones de comportamientos tan asquerosos y que, con razón, escandalizan tanto cuando se vierten sobre eclesiásticos, porque son comportamientos intolerables, en el caso de los tribunales que han juzgado al cardenal Pell, no les han permitido mantener lo específico de la Justicia. Las cosas han estado plenamente mezcladas y le han hecho un flaco favor a la Justicia", expresa Nicolás Álvarez de las Asturias.
"Ha sido muy bonita la actitud del Papa Francisco, que ha sabido mantener la confianza en la presunción de inocencia y que ha dejado al cardenal defenderse en todo momento como ha querido, sin tomar ninguna medida en su contra como sí que ha hecho, con enorme sentido de la Justicia, cuando se han probado casos de comportamientos tremendos por parte de otros obispos o sacerdotes", señala el consejero editorial de Palabra.
La posición de la Iglesia Católica en algunos debates ha llevado a un clima de antipatía que puede conducir, incluso, a un aspecto persecutorio en el ámbito moral. "En esta sociedad, en muchos aspectos, la voz discordante es la voz de la Iglesia Católica. En medio de un planteamiento cultural que reniega de muchos valores humanos fundamentales, la Iglesia es la única que alza la voz o, sino la única, sí que representa e influye en un número muy grande de personas. Cuando se busca imponer un pensamiento único, la Iglesia molesta. La Justicia debería estar inmune de estas cuestiones. Es lo deseable", explica el vicerrector de San Dámaso.