La única persona que ayudó a este hombre tosiendo en las calles de Brooklyn

El barrio neoyorquino vivió una escena 'samaritana' cuando un hombre se desplomó tosiendo, provocacndo sospechas de un posible coronavirus

La única persona que ayudó a este hombre tosiendo en las calles de Brooklyn

Redacción Religión

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La calle estaba repleta de gente en pleno barrio neoyorkino de Brooklyn. Un hombre tosía aparatosamente hasta desplomarse. Los indicios de que pudiera tener el coronavirus eran bien visibles, de modo que la gente se apartaba mientras contemplaba la escena. Entonces aparece un sacerdote y se acerca al hombre caído en el asfalto que seguía tosiendo. La gente le gritaba que no se acercara pero él se agachó para auxiliarlo hasta que llegó la ambulancia para trasladar al enfermo al hospital.

El sacerdote era un obispo de 64 años, Gregory Mansour, nacido en Michigan en una familia de origen libanés. Es el obispo de los católicos de rito maronita en los Estados Unidos, cuya sede episcopal se encuentra en Brooklyn. Sabía perfectamente el riesgo que corría, y efectivamente se contagió. Una televisión le ha preguntado si tras haber estado semanas enfermo, y ante el riesgo de haber podido morir, repetiría su acción, y él ha contestado que lo haría de nuevo sin dudarlo.

Mansour no se considera un héroe ni nada parecido, y explica que haber padecido el virus le ha dado un mayor sentido de la comunión con respecto a los sacerdotes y tantos otros que han caído enfermos.

El obispo afirma que la enfermedad le ha servido para mirar más sinceramente su relación con Dios y para reafirmar que la vida es para responder a lo que Él pide a través de las circunstancias. También ha mostrado su agradecimiento a todos los que están en primera línea: médicos, enfermeras, trabajadores minoristas y farmacéuticos,que dan la vida por los demás. Eso que él estuvo dispuesto a hacer aquel día en plena calle.

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