Alaska y Mario Vaquerizo: “Siempre hemos sentido que estábamos fuera del tiesto, somos marcianas”
Alaska y Mario Vaquerizo han estado en Fin de Semana con Cristina para contar cómo es su nueva obra de teatro y lo que han hecho en el confinamiento
Madrid - Publicado el - Actualizado
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De cuando en cuando hay que desconectar, olvidarse de los problemas y decir “solo quiero comedias en mi vida”. Y si de comedias y de sonreír se trata, hay dos amigos del programa que son especialistas en ello: Alaska y Mario Vaquerizo, una de las parejas más famosas de España.
Amigos de Fin de Semana con Cristina, han estado en el programa y han contado cómo han llevado el confinamiento y las limitaciones. Mario, tras asegurar que Cristina le conoce “muy bien” y que es “muy besucón y muy de abrazar y tocar”, pero “nos ha tocado esta cosa rara, yo no me llevo bien con la pandemia ni con la nueva situación pero hay que tener sentido común, precaución y con ella se puede seguir abrazando a través de los ojos y de las palabras. Me gustaría hacer cosas que hacía antes y que ahora no puedo hacer pero soy una persona sensata y coherente que hace caso a lo que se debe hacer por el bien de todos y por mi propio bien. Eso sí, estoy deseando que esta situación tan horrible se vaya cuanto antes, por eso rezo todos los días, y mientras me adapto pero no me acomodo porque no me gusta absolutamente nada, quiero que vuelvan las Fiestas de la Verbena de la Paloma, que la vida vuelva a ser como era porque me hacía feliz, mientras vivimos en este estado transitorio feo, pero no va a poder con nosotros”.
ADAPTÁNDOSE A LA NUEVA REALIDAD: SENSATEZ Y SENTIDO COMÚN
Alaska, por su parte, reconoce ser más “extrema”: “Empecé limpiando cada cosa de la compra que entraba en casa, ahora estamos en ese segundo momento… en el primer momento estaba más segura porque estaba en mi casa encerrada y solo podía limpiar, limpiar y limpiar, y ahora todos intentamos adaptarnos a esta historia y siguiendo nuestra vida, trabajando, los que tienen hijos con ellos en el colegio… entonces lo encuentro más complicado. En casa están las normas mínimas, pero si por mí fuera habría puesto un filtro EPA en el dormitorio, pero como no vivo sola pues me tengo que adaptar a la otra personas que no es tan extrema como yo. Eso sí, tenemos las precauciones que me imagino que habrá en cualquier casa en este momento”.
Sobre la rutina dominguera, Mario explica que les gusta “levantarse muy pronto”: “Ten en cuenta que estamos haciendo la representación de ‘La Última Tourné’ en el Teatro Calderón, que cumplimos un mes representando, que gracias al público por venir porque el miedo paraliza y no hay que tener miedo, no hay que temer salir a la calle ni a ir al teatro ni al consumir, solo hay que tener precaución. Como hacemos doble función el sábado, nos vamos directos a casa, cenamos y a la cama muy temprano y el domingo pronto en pie, porque ‘al que madruga Dios le ayuda’; y yo por ejemplo, después de desayunar, me voy al Rastro de Madrid que me gusta mucho también, aunque está cerrado. Pero por lo menos entrar, salir y disfrutar del aire. Olvido (Alaska) es más de quedarse en casa, pero después de mi paseo comeremos y otra vez al teatro que tenemos función”.
UN ESPECTÁCULO FUERA DE SU TIEMPO
En la función se recuerda aquellos espectáculos musicales del siglo XX, algo que reafirma Alaska: “La nuestra está ambientada en el año 91, que es creo que la estocada final a este tipo de espectáculos porque empiezan las cadenas privadas de televisión, de repente ya no se ve que sea todo tanta pluma y tanta lentejuela, se considera una cosa antigua. Estas compañías empiezan a morir y la nuestra se encuentra con esa ‘España del pelotazo’ que ya se veía venir, no había que ser muy listos para verlo, y entonces se encuentran con que están fuera de sitio, y el viaje de estos cómicos intentando sobrevivir y adaptarse a lo nuevo es lo que la gente ve en el teatro”.
Sobre sus vedettes favoritas, Mario lo tiene claro: “Avi Ventura cuando decía ‘los caballeros las prefieren viudas’ o ‘métame un gol’. Esto es un regalazo, tanto Alaska como yo jamás pretendimos ser actores de teatro, esto fue una invitación que nos hizo Félix Sabroso hace cuatro años, nos unimos en esa experiencia del teatro, que nunca la habíamos vivido, y nos enganchó. Soy feliz saliendo de la calle Gran Vía, donde vivimos ahora, pasear por el centro, llegar al Teatro Calderón, meterte en el camerino, convertirte en otra persona que no eres tú y hacer un espectáculo de ‘varietés’, que al fin y al cabo es de donde venimos ella y yo”.
“Yo soy la vedette cómica porque ellas eran altas, guapas y despampanantes”, reconoce Alaska con sorna, que añade que “a la que no era así solo le quedaba contar chistes, entonces yo se supone que soy la vedette cómica de esta compañía, y los chistes eran como de 1º de EGB si los escuchamos hoy en día, pero en su momento eran muy picantes y había un juego muy gracioso entre ellas y los señores. Obviamente el mundo cambió, la noche también y por supuesto las discotecas, así es la vida, es una especie de evolución sin freno”.
“Yo siempre digo que esta obra, si lo trasladamos al cine, sería ‘El viaje a ninguna parte’ de Fernando Fernán Gómez”, añade Mario: “Esos cómicos que se sienten perdidos cuando llega el cine, pues estos espectáculos ven que su mundo está en desaparición cuando viene el teatro experimental, y eran espectáculos muy masivos durante los 70 y los 80 y ellos desaparecen, y ellos son supervivientes porque les gusta hacer eso pero tienen que seguir viviendo. Es una historia muy bonita y yo estoy feliz de estar en ella, son pobres desgraciados que se quieren mucho pero con todos los problemas que hay en una compañía. Es una comedia donde hay números musicales y donde te llevan a un viaje de esas personas y que te arrancan sonrisas”.
"SOMOS MARCIANOS... Y ORGULLOSOS DE ELLO"
Hablando sobre su aspecto, siempre comentado y siempre famoso, Alaska no niega lo evidente: “Siempre me he sentido fuera del tiesto”, y Mario lo confirma: “Somos marcianas”. Olvidos recuerda que “con 14, 15 o 16 años me gustaba, aparte de las cosas de una chica de mi edad, punk y todo eso, me gustaba Lina Morgan, leer el ’10 minutos’ o a Santa Rita y Santa Teresa… era rara, siempre lo he sido. Está muy bien sentirse rara a esa edad porque con 57 no te puede dar más igual”. Mario, por su parte, lo confirma: “Quise ser rockero porque mi tía Elena me llevó a ver Grease”.
Sobre su etapa en COPE en ‘La Tarde con Cristina’, Mario no puede sentirse más agradecido hacia Cristina: “No tuviste reparos en acudir a mí, en apostar por mí, sin prejuicios, te abriste a mí y aquí tienes a un amigo. Yo fui muy feliz en COPE, me sentiré siempre muy agradecido y COPE para mí siempre es mi casa. Y aprendí mucho. Yo estaba nervioso y me he ido soltando y soy más sinvergüenza”.
“No hay que dejar de seguir celebrando, hay que seguir disfrutando de las cosas bonitas”, afirma Mario: “Yo quiero celebrar las Navidades y seguir con esa tradición”.