La historia de Grace Kelly, la mujer que enamoró a Hollywoood

Grace Kelly fue la una de las actrices más bellas y glamurosas de su época. Pero tras su aspecto tímido y recatado se ocultaba una joven muy enamoradiza que vivió apasionados romances con algunos de los galanes maduros más atractivos del Hollywood dorado. Vamos hoy a recordar algunos de los hombres que le robaron el corazón a Grace antes de convertirse en princesa de Mónaco.

La primera película que rodó en Hollywood fue un western, “Solo ante el peligro”, con un apuesto Gary Cooper que era el galán de moda del que todas las jovencitas estaban enamoradas. Quien peor llevaba estos romances era su estricta madre la señora Margaret Kelly que no dudaba en presentarse en los rodajes cuando le llegaban rumores de que su hija estaba tonteando con algún actor Sin embargo, de quien sí se enamoró como una colegiala fue de otro famoso galán, Clark Gable, durante el rodaje de la película Mogambo.

En 1953 Grace Kelly comienza a trabajar a las órdenes de Alfred Hitchcock y durante el rodaje de Crimen Perfecto de nuevo la actriz cayó rendida a los encantos del protagonista masculino, el actor Ray Milland. Esta vez la aventura no acabó muy bien. Esta vez Grace no pudo mantener el romance en secreto y las revistas sensacionalistas publicaron su aventura y estalló el escándalo sobre todo porque Ray Milland tenía una esposa e hijos. El siguiente galán de la lista fue un actor por el que perdían la cabeza muchas actrices, el seductor William Holden con quien coincidió en su siguiente película y a quien incluso llegó a presentar a sus padres

Antes de conocer a Rainiero y convertirse en princesa, Grace Kely estuvo a punto de casarse con el diseñador de moda Oleg Cassini pero de nuevo su padre se interpuso en esta relación. Tras romper con Oleg Cassini vivió una breve y discreta relación sentimental con otro apuesto galán, el actor David Niven. Con este historial amoroso es comprensible que cuando Grace se comprometió con el príncipe Rainiero tuviera miedo de que salieran a la luz todas sus conquistas, como finalmente así ocurrió.