Mario Vaquerizo confiesa el secreto para seguir con Alaska veinticinco años después: "No lo es"

Mario Vaquerizo repasa con Cristina López Schlichting en 'Fin de Semana' el grave accidente sufrido al caerse del escenario y echa la vista atrás a aquellas tardes con la abuela Luisa

Cristina López Schlichting y su amigo y entrevistado,este domingo, Mario Vaquerizo
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Escucha la entrevista de Mario Vaquerizo en 'Fin de Semana'

Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el

5 min lectura

"La risa rompe en estallido y retumba como el trueno en la montaña y hay pocas risas tan anchas, tan abiertas, tan contagiosas, tan limpias como la de nuestro amigo del programa de hoy. Es difícil no contagiarse de la carcajada explosiva de Mario Vaquerizo y no todo han sido risas en su vida, que eso es meritorio, sino que esa disposición de ánimo es con la que afronta incluso las arduas circunstancias actuales porque ya sabes que un accidente puso su vida en riesgo, que lo ha afrontado como mejor sabe, da gracias por estar vivo y con mucho humor", así comenzaba Cristina López Schlichting la entrevista con Mario, antiguo colaborador suyo y amigo.

A lo que respondía, Mario con un "qué guay es volver a estar en casa".

A lo largo de la extensa charla entre amigos han surgido las confidencias sobre su presente, cómo está Mario Vaquerizo tras ese accidente grave al caerse del escenario durante un concierto. Accidente por el que estuvo a punto de quedarse ciego, "hasta pudo costarme la vida", pero si hay algo que ha aprendido Mario Vaquerizo de este grave incidente es que hay que tomarse la vida con humor por eso no para de repetir que "el cardado y la laca me han salvado la vida".

"La oftalmóloga que me ha atendido me dice vas a hablar muy bien de nosotros, vas a hablar muy bien del Ramón y Cajal, vas a decir que hemos hecho cosas maravillosas, pero lo mejor que puedes decir para ayudarnos es que la gente cuando tenga una adversidad se lo tome con sentido del humor porque la recuperación es mucho más rápida y efectiva y es cierto que ha sido así ", cuenta con la alegría que caracteriza al vocalista de las Nancys Rubias.

Con sentido del humor y gracias a la Virgen de Umbe, de la que ya es muy devoto gracias a su amigo Fabio McNamara, miembro destacado de la mítica movida madrileña y que ha tenido una auténtica conversión.  

MI paraíso era la casa de mi abuela luisa

A Mario le ha marcado mucho su familia, "es un matriarcado" y su matrimonio con Olvido Gara, Alaska. Además, es el hermano mediano de tres, algo que suele marcar, aunque siempre se dice que el del medio es el que se lleva la peor parte.  "Yo no lo he visto como duro,  creo que en medio siempre se está mejor, no eres la pequeña que tienes que ser la mimada, ni el mayor que tienes que ser el responsable de todo, entonces yo creo, en el fondo yo soy muy aristotélico, siempre lo he dicho, en el medio está la virtud, es como lo del blanco y negro". 

Mario, va diciendo Cristina,  es muy prudente, la gente no se da cuenta, pero realmente es más, la pareja entera es muy prudente, pero él es especialmente cuidador de Olvido, particularmente en los vuelos donde ella va aterrorizada y, además, es su representante, que es una cosa que exige mucho orden y mucha responsabilidad. 

A eso se une que ha sido original desde pequeñito cuando mandabas a su abuela Luisa a comprar el Súper Pop.  "Entiendo que eso no es normal, pero a mí me gustaba esa normalidad.  Fíjate que mi abuela, a priori, podría ser de una familia conservadora que no diera cabida al niño, a que quisiera hacer otro tipo de cosas que no estaban establecidos en la sociedad. A mí no me gustaba jugar al fútbol y mi abuela decía no te preocupes, que yo te compro el Súper Pop. Lo guardábamos debajo de la cama para que mi padre no lo viera porque no que no era muy normal que un niño de cuatro años o cinco leyera el Súper Pop. Es que me criaron en un matriarcado, entonces claro, las que mandan son las mujeres, y yo era feliz,  yo estaba feliz en mi paraíso, el paraíso era la casa de mi abuela Luisa, una mesa camilla, donde mientras que mi abuela que cosía para la calle, hacía trajes que tenía que hacer, yo estaba leyendo Súper Pop y escuchando todos los cotilleos que hablaban". 

el secreto de mario y alaska para seguir juntos: 25 años

El cantante y, durante algún tiempo periodista deportivo, recuerda que en sus inicios "trabajé en el suplemento Tiramillas de Marca" y que siempre se ha buscado la vida. "Me buscó la vida en todo momento. Yo he repartido hasta folletos. Mira, cuando pedí la primera hipoteca con Alaska para nuestra primera casa, trabajaba en una agencia de comunicación de representante de Antonio Banderas, llevaba la prensa de todo eso. Y fui a firmar la hipoteca, que nos avalaron mis padres, porque no teníamos ni un duro, y ese mismo día me echaron del trabajo. Y yo dije, ay, Dios mío, ¿ahora qué voy a hacer? ¿Y sabes lo que me dijo Olvido? No te preocupes, Mario, que los cambios siempre son para mejor"

¿Tú cómo supiste que te estabas enamorando de Olvido? ¿De tu jefa? "Aquello se vendió como que el fan se enamora de la diva y todo eso. Yo creo que si yo me hubiera enamorado de Alaska, hubiera sido un poco neurótico por el mero hecho de ser fan. De hecho, tampoco era excesivamente fan. Era fan de Dinarama, pero Fangoria tampoco me llegaba mucho. Nada más que de repente yo tengo 25 años, ella tiene 36, y es la jefa que me ponen al lado, y resulta que es una chica muy agradable y que me gusta. Y como yo no me he reprimido en nada, porque ya para hacer las cosas mal, ya te dirán si las he hecho mal o no, en el momento darle un beso y fui correspondido. Y fue así. Y hasta hoy, 25 años".

 ¿Pero fue una cosa sensata y paulatina, no una cosa de primera vista, de un flechazo? "Creo que el flechazo siempre existe. Es decir, el flechazo siempre existe y cuando vas conociendo a una persona es descubrir a esa persona".  

Y un secreto más, porque como puede durar en el tiempo una pareja en la que él es excesivamente ordenado, "ordeno mis camisetas por colores y grupos musicales" y ella no lo es tanto, "es muy ordenada mentalmente", pues, la clave es precisamente esa, la diferencia.

"Mira, cuando me preguntáis muchas veces cuál es el secreto de Alaska y tú, 25 años, si es que no es secreto. Es simplemente que somos muy diferentes. Y nos queremos, nos seguimos buscando y somos muy diferentes".   

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