Una ballena de 18 metros consigue entrar en el puerto de Valencia
Fernando López Mirones nos explica en Fin de Semana con Cristina los motivos de cómo fue liberado un escualo de la costa valenciana
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Una ballena de 18 metros se coló en el puerto de Valencia, concretamente en frente del Club Náutico. “Es el segundo animal más grande del mundo, después de la ballena azul”, ha explicado Fernando López Mirones. La presencia de este mamífero ha llamado la atención y terminó en el puerto “probablemente porque le asustaron o persiguieron las orcas, su enemigo principal, o por un barco”, ha añadido el biólogo.
“Es bastante habitual que estas ballenas estén en la costa española. Entran en diciembre o enero por el Estrecho de Gibraltar para ir hacia el norte. Suben a Cataluña y en julio vuelven al Atlántico y cuando regresan al Estrecho van en línea recta y por eso pasan por la costa”, ha asegurado López Mirones.
Los comederos de ballenas son “una zona muy rica, en el Mar de Güira, entre Cerdeña, la costa del sur de Francia y la costa catalana. A partir de enero hay mucho krill y boquerón, y los animales que se comen estas ballenas que son muy filtradoras. Además, con las barbas de estos animales antes se hacían corsés y faldas antiguas”, ha destacado el experto. Además, ha contado que “antes no había un tejido tan elástico y flexible que fuese tan práctico porque no había plástico”.
La presencia de estas ballenas en las costas españolas no es una novedad. “Siempre han existido y España es un paraíso de este tipo de animales. Rondan 31 especies como la ballena azul e incluso tenemos hasta una ballena vasca”, ha manifestado el biólogo. Aunque, a esta ballena se le disparó con una flecha en Valencia para “darle en la grasa y así desprender un trocito de esa grasa exterior y no hacerle ningún daño. Simplemente le arranca un poco de grasa y ahí se pueden hacer las biopsias por si tiene una intoxicación”, ha aclarado.
López Mirones no ha querido olvidar cómo es un puerto para las ballenas. “Es un laberinto, una locura y se le ha sacado llena de cabos” porque “el animal está plenamente confundido” en ese momento, ha explicado el biólogo. “Poner embarcaciones al final y empezar a hacer mucho ruido y encender los motores en punto muerto para intentar asustarla y llevarla hacia la bocana y siguiese su migración hacia el sur. La gente cuando se encuentren a ballenas cerca de la costa que no se acerquen, que estén a 60 metros, no se pueden hacer selfies porque es malo para ellas, las pueden confundir”, ha concluido.