El truco de Marian Rojas que debes poner en práctica para evitar comprar demasiadas cosas en Navidad
La psiquiatra explica en 'Fin de Semana' por qué hay personas que sienten placer al comprar compulsivamente o, simplemente, buscando prendas por internet
Madrid - Publicado el
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Cada año por estas fechas llama la atención la cantidad de personas que se acercan al centro de las ciudades y centros comerciales para realizar las compras navideñas o aprovechas las rebajas de los productos de los que todavía quedan existencias pasado el año.
Para hablar del consumismo nos sentamos en el diván de Marian Rojas, como cada sábado, en 'Fin de Semana'. El consumismo es el hecho de adquirir bienes, de comprar cosas, y se vuelve negativo cuando lo compras sin considerar los efectos negativos que esto supone. Más allá de la obligación de hacer regalos en las reuniones familiares y de amigos, Cristina López Schlichting se preguntaba qué hay de satisfactorio en la realización de las compras. Marian respondía a esta pregunta proponiendo una reflexión. “La felicidad depende del sentido que le damos a la vida. Cuando tu vida no tiene un sentido, nuestro espíritu y mente no son capaces de vivir sin nada y sustituyen el sentido de la vida por sensaciones”, sostiene mientras diferencia dos características claras en estas sensaciones: “La primera es su contenido: masajes, comida, alcohol, compras... que son accesibles. Y la segunda es que todas estas sensaciones están controladas por la dopamina, que es la hormona del placer”.
La dopamina, clave en el consumismo
Sobre la dopamina, Marian Rojas hace una aclaración muy interesante. La hormona no solo se activa cuando haces aquello que te aporta un placer, como ir de compras, también se activa cuando piensas en ir de compras: “Empiezas a navegar por Internet y vas mirando. Esta es la clave del consumismo. Caminar por la calle mirando escaparates pensando en lo que comprar, ese rato ya estás liberando dopamina, por ello la gente disfrutar yendo de compras”.
Durante las Navidades está “bien visto” ir de compras, mientras que en otros momentos del año, cuyas compras no estén justificadas, se ve como algo extraño que, día tras día, salgas a la calle en búsqueda de nuevos productos. “Es igual que el alcohol, está validad cuando es un día de fiesta, pero si te despiertas a la ocho de la mañana y te pones a beber vino, pues no”, advierte Marian Rojas.
Las adicciones como sentido de vida
La psiquiatra apunta que hay muchas personas que están “enganchadas” a las compras: “Una paciente me contaba que, cuando estaba triste, se metía en una página y se compraba tres o cuatro cosas. Le llegan a los tres días, se las prueba, pasea por su casa con ellas y se da cuenta de que no lo necesita. Sale, va a la tienda presencialmente a devolverlo y tiene la sensación de que, al haberle devuelto dinero, tiene una especie de vale con lo que se puede comprar otra cosa en el momento”. Marian Rojas recuerda que todos tenemos pequeñas adicciones reconocidas que son las que le dan sentido a la vida, ya que nos proporcionan esas sensaciones de las que hablaba al principio.
La psiquiatra aconseja que si eres consciente de tender a las compras compulsivas “lo mejor es borrarse las aplicaciones del teléfono en estas fechas” para evitar ver promociones. Además, es necesario evitar la exposición a la publicidad constante para evitar tener la sensación “de estar perdiéndote la oportunidad de tu vida”. Marian Rojas, para terminar, ha compartido uno de sus trucos que consiste en que “si entra algo, sale otra cosa”: “Si quiero unos zapatos, tengo que deshacerme de otros y si no hay ningunos que quiera que salgan, entonces no se compran los zapatos”.