El famoso babuino que todo el mundo quería ver y que provocó un dilema moral en un zoo español: "Tenía una peculiar costumbre"

Repasamos junto a nuestro veterinario de cabecera Rafael Esteban quiénes han sido los animales más famosos de la historia de España

Un mono comiéndose un vegetal
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Rafael Esteban hace un repaso de los animales más famosos de la historia de España

Redacción Fin de Semana

Publicado el - Actualizado

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Entre los animales históricos de España, hay dos que destacaron en la guerra. Uno fue montura de un héroe legendario y el otro, un soldado con colmillos. ¿Quiénes fueron Babieca y Becerrillo y por qué se convirtieron en figuras legendarias? Babieca fue el famoso caballo de El Cid Campeador, un animal veloz y fuerte que lo acompañó en sus batallas y lo ayudó a conquistar Valencia.

Según la leyenda, incluso después de la muerte de El Cid, su cuerpo fue montado en Babieca y enviado al campo de batalla para infundir miedo en sus enemigos, quienes creyeron que el héroe había resucitado. Babieca, según la leyenda, murió de viejo tras la muerte de El Cid y fue enterrado en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Su figura quedó inmortalizada en la historia como el caballo del caballero más legendario de España.

Por otro lado, Becerrillo fue un perro de guerra de raza Alano utilizado por los conquistadores españoles en América. Pertenecía a Sancho de Arango y se hizo famoso por su valentía y fiereza en el combate. Se dice que podía distinguir entre enemigos y aliados, y que incluso los indígenas le temían más que a los propios soldados. Su lealtad y bravura lo convirtieron en un héroe entre los españoles.

Becerrillo, en cambio, tuvo un final más trágico: murió en combate tras recibir numerosos flechazos por parte de los indígenas que luchaban contra los conquistadores.

ANIMALES QUE SE CONVIRTIERON EN ESTRELLAS

Además, en los zoológicos españoles ha habido animales que se convirtieron en auténticas estrellas mediáticas como Chulín, Copito de Nieve y el mono Paco. Chulín fue un oso panda nacido en el Zoo de Madrid en 1982, siendo el primer panda nacido en cautividad fuera de China. Su nacimiento fue un evento histórico y atrajo la atención de medios de todo el mundo. Su presencia en Madrid impulsó la conciencia sobre la conservación de esta especie en peligro de extinción. Chulín falleció en 1996 debido a problemas intestinales y ahora se puede ver disecado en el Museo de ciencias naturales.

Por otro lado, Copito de Nieve fue el único gorila albino conocido hasta la fecha. Llegó al Zoo de Barcelona en 1966 y se convirtió en un icono de la ciudad. Durante décadas, su imagen apareció en sellos, souvenirs y material educativo. Su singularidad y carisma lo hicieron uno de los animales más queridos de España. Copito de Nieve murió en 2003 tras padecer un agresivo cáncer de piel, probablemente derivado de su albinismo.

El Mono Paco fue un babuino residente en el zoológico de Madrid que se hizo famoso no solo por su apariencia sino por su inusual comportamiento. A diferencia de otros primates, tenía la peculiar costumbre de masturbarse compulsivamente delante de los visitantes, lo que generó risas, asombro y hasta debates sobre la moralidad de mostrarlo en público. Se convirtió en un personaje popular y muchos acudían al zoológico solo para verlo.

OTRAS CELEBRIDADES

Más allá de todos los animales mencionados, en el siglo XIX hubo un perro callejero que se convirtió en toda una celebridad en Madrid: el perro Paco. ¿Quién era y por qué fue tan querido por los madrileños? Paco era un perro callejero que se ganó el corazón de los madrileños gracias a su carácter simpático y su costumbre de frecuentar cafeterías, teatros y hasta el Circo Price. 

Su fama creció tanto que hasta los periódicos publicaban crónicas sobre sus andanzas. Se decía que Paco tenía un instinto especial para elegir las mejores tertulias y eventos de la ciudad, convirtiéndose en un personaje más de la vida nocturna madrileña.

Lamentablemente, Paco encontró su fin en la Plaza de Toros de Madrid, donde fue asesinado por un torero frustrado en su faena y que no simpatizaba con él. Su muerte causó tal indignación que incluso los periódicos de la época lo reportaron con tristeza. Paco pasó a la historia como un símbolo de la bohemia madrileña del siglo XIX, un perro que se ganó el corazón de una ciudad entera. Tanto fue así que a día de hoy hay una escultura en bronce del perro Paco, obra del artista Rodrigo Romero Pérez. Un monumento que se encuentra instalado en la calle de las Huertas número 71 de Madrid.

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