‘La Esquina del Misterio’: el magma subterráneo, clave para lograr energía más barata

José Luis Valbuena, exingeniero del CSIC, explica en Fin de Semana con Cristina un pionero proyecto para llegar al subsuelo y estudiar su contenido

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El interior del planeta es, en muchos casos, un misterio porque su acceso es muy difícil. Y hay en marcha un proyecto científico, el Krafla Magma Testbed (KMT), dotado con 100 millones de dólares, que fue lanzado en 2014 y cuya primera perforación está prevista para 2024. En Fin de Semana con Cristina recurrimos a José Luis Valbuena, exingeniero del CSIC y profesor ad honorem de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros en Topografía, Geodesia y Cartografía de la Universidad Politécnica de Madrid, para saber todos los detalles: “Todo empezó con una investigación en la zona volcánica de Islandia, se hizo una perforación y pincharon una bolsa magmática, entonces surgió el magma con mucha presión, sin provocar erupción pero con fuerza. Y esto abre un camino de investigación muy interesante porque permite ver cosas en tiempo real que están muy hondo y de las que no tenemos un conocimiento real. Vemos lo de fuera pero no lo que estaba dentro. Del espacio conocemos bastante, de la Tierra mucho pero muy escaso de lo que tenemos por debajo. Y en el terreno económico es bueno también porque tenemos calor y se puede convertir en energía eléctrica, lo que vale dinero”.

Centrémonos en esto porque el tema energético es vital, sobre todo teniendo en cuenta el coste de la energía ahora y lo que está por llegar. ¿Cómo va a ayudar a obtener energía natural y abaratar la que pagamos ahora? A kilómetros bajo tierra, la roca alcanza temperaturas tan extremas que adquiere un estado intermedio entre el estado líquido y el gaseoso, generando una energía entre cinco y diez veces mayor que la de los pozos convencionales.

La exploración se hizo en Islandia ya que es una zona volcánica con muchos antiguos volcanes y los cráteres son un conducto a no se sabe dónde. Ubicado en el noreste de la isla, el cráter está repleto de agua turquesa y fumarolas que desprenden vapor y azufre.

El experto también explica que “pinchar bolsas de magma puede provocar una erupción, es un riesgo, pero estará controlado”.

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