Cristina: “Que ahora Sánchez diga 'pío, pío que yo no he sido' de la visita de Zapatero a Maduro, es patético”
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Tailandia ha atravesado esta noche una de las peores crisis de seguridad de su historia cuando un soldado, que llevaba más de doce horas atrincherado en un centro comercial de la ciudad de Korat ha sido abatido tras haber asesinado a 27 personas. La pesadilla empezó ayer sábado por la tarde cuando el militar disparó contra su superior, el coronel Anatharot Krasae, contra una mujer de 63 años y contra otro soldado en la base militar de Surathampithak. Después robó munición, un rifle de asalto, otras armas y un vehículo militar y se dirigió al centro comercial, llamado Terminal 21, donde las cámaras de seguridad grabaron el tiroteo indiscriminado sobre la gente aterrorizada.
Para intentar reducirlo, las autoridades trasladaron hasta el escenario de los hechos a la madre del asesino, que intentó convencerlo para que se rindiera. A las tres de la madrugada se desató un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, a resultas del cual falleció un policía. Finalmente el tirador fue abatido a las tres de la madrugada tras un intenso tiroteo.
Además de las 27 víctimas mortales hay más de medio centenar de personas heridas, 8 de extrema gravedad.
Las cámaras del centro grabaron lo ocurrido y se han transmitido imágenes de la población abandonando aterrorizada el comercio por la puerta trasera.
Se da la circunstancia de que el soldado retransmititó los primeros ataques a través de la televisión de internet, Facebook Live, que después fue suspendida por la red social. Dirigiéndose a la cámara comentó estar muy cansado. Aparecíaa vestido con ropa de camuflaje y con la cabeza cubierta con un casco y apelaba a sus posibles seguidores:”¿Debería rendirme?”, les preguntaba.
El suceso entraña una nueva escalada en el narcisismo social de los delincuentes. Grabar en directo un delito e intentar departir con los seguidores de Internet entraña una escalada en la concepción que de la vida como una película tienen una nueva generación de internautas.
En España hay preocupación porque está resultando muy difícil acceder a los cuerpos de dos trabajadores que el viernes resultaron sepultados en el País Vasco.
Y para el final he dejado hoy el comentario político porque es ahí, en el final de la crónica donde merece estar. Y es que, después de la noticia de ayer de que José Luis Rodríguez Zapatero se había reunido en Caracas con el dictador Maduro y su vicepresidenta Delcy Rodríguez, el ministerio de Exteriores hacía pública una nota insólita señalando que el expresidente había viajado estrictamente en condición de ciudadano particular. El texto añadía expresamente “sin ostentar ningún cargo de representación y sin mandato alguno del Gobierno de España. El Gobierno no tiene ningún comentario que hacer al respecto”. Maduro, por el contrario, se felicitaba en su cuenta de Twitter. “Importante visita explicaba del expresidente español José Luis, quien nos ha acompañado de manera decidida en este proceso de diálogo permanente que emprendimos los venezolanos para alcanzar la paz definitiva”.
De verdad, aquí no hay quien entienda nada. Ya es patético que, en plena visita de Guaidó, José Luis Ábalos se viese en Barajas con la segunda de Maduro. Llueve después sobre mojado cuando Zapatero remata el encuentro y se cita de nuevo con Delcy Rodríguez, pero que ahora Pedro Sánchez diga “pío, pío que yo no he sido”, llega a niveles patéticos.
¿Cómo se puede intentar engañar a todo el mundo mundial? El presidente se está pasando. Una cosa es tomar el pelo a los medios de comunicación vendiendo ¡siete versiones diferentes de lo que pasó en Barajas, otra, mirar para otro lado por lo de Zapatero, pero hacer ahora aclaraciones no pedidas, que dejan de manifiesto que se intenta evitar pisar los callos que se están pisando es escandalosos.
Tanto los socios europeos como los americanos habían manifestado ya su incomodidad por la reunión de Delcy Rodríguez y Ábalos, pero es que el representante del departamento de Estado de los EE.UU. para Venezuela, Elliot Abrams, acaba de expresar que no entiende lo que pasó en Barajas. También entre la oposición de Caracas cunde la inquietud y el parlamento local ha pedido una investigación