"Feministas históricas no van a ir a la manifestación por culpa de la ideología de género"
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Así comienza el monólogo de este domingo, Cristina López Schlichting, una editorial dedicada en gran medida a la crisis del coronavirus y con especial subrayado al 8-M, Día Internacional de la Mujer y las manifestaciones convocadas en toda España.
"Muy buenos días España, en este domingo 8 de marzo con muy buen tiempo. Algo de lluvia en el norte, pero en general soleado y en camino hacia un alza de temperaturas que en Sevilla alcanzará, como ayer nos decía nuestro hombre del tiempo, Jorge Olcina, los 30 grados de temperatura.
A las dos de la mañana, una hora ciertamente intempestiva, señal de la dificultad para tomar la decisión, comparecía ayer por la televisión italiana el presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, para anunciar que se aísla por completo la poderosa región de Lombardía, la más rica de Italia y la cuarta más potente de toda Europa. Por el coronavirus se prohíbe la entrada y salida de esa región y otras 14 provincias cercanas hasta el próximo 3 de abril, un mes entero, para limitar la difusión del coronavirus, que ha causado 233 muertos y 5.061 infectados en todo el país. La situación afecta a ciudades tan conocidas como la capital de Lombardía, Milán, o Venecia, Módena, Parma, Rímini o Padua. Cerca de 16 millones de personas se ven así confinadas y sólo podrán traspasar las fronteras internas, guardas por la policía, por razones muy graves o imposibles de posponer. Las personas que se salten la prohibición se enfrentan a penas de cárcel y fuertes multas.
En una situación muy típicamente italiana, el borrador del decreto se filtró a los medios antes de publicarse y miles de personas llenaron las estaciones de tren para salir de Lombardía antes de que las medidas se implementasen. En su discurso, el presidente pedía expresamente que los italianos no se hiciesen los listos.
Una situación muy típica italiana
Se cierran todas las instalaciones deportivas, los partidos profesionales e jugarán todos a puerta cerrada, se clausuran museos, cines, discotecas, bingos, pubs y, por supuesto, colegios. También los eventos en lugares públicos o privados, incluidos los religiosos y, entre ellos, bodas y funerales, para evitar aglomeraciones.
Los hospitales están saturados y el organismo de cuidados intensivos de Lombardía califica la situación de desastrosa calamidad sanitaria.
Precisamente la saturación sanitaria es el escenario que más se teme en los países afectados. En Madrid, en estos momentos el lugar de España con más casos de coronavirus, los enfermos ya no se trasladan desde cada uno de los hospitales al Carlos III, como se hacía en principio. Se atiende en todos ellos y se pide a la población que no acuda al centro sanitario, sino que llame al número 900 102 112, aunque a veces cueste horas ponerse en contacto con las terminales. Repito el número a petición de las autoridades sanitarias, NO ES EL 112, TAMPOCO EL 161, ES EL 9000 102, 112.
No hay un número común para estas urgencias en las distintas autonomías, de manera que, si presentas tos seca, dolor de pecho o garganta y fiebre, puedes recurrir a cope.es, donde hemos colgado los números de teléfono para el coronavirus de cada una de las regiones españolas.
La atención aquí, desde ayer, se encuentra en La Rioja. España ha alcanzado los 500 casos de coronavirus y 39 de ellos están en esta comunidad, la que en estos momentos tiene más contagios en relación a su población. El brote parece relacionado, ya lo sabes, con el viaje de algunas personas del pueblo de Haro a un funeral en Vitoria, donde se habría producido el contagio.
Haro no está aún en cuarentena, pero nos e descarta establecerla. Por el momento se han suspendido todas las actividades en espacios cerrados, como cines y teatros, las competiciones deportivas se hacen a puerta cerrada, en las iglesias se ha retirado el agua bendita y se evita la comunión en la boca y se pide que no se toquen imágenes ni reliquias.
Muy específicamente, se mantiene el aislamiento domiciliario de los vecinos de los edificios afectados por el brote. Hay una discreta vigilancia policial y quien, estando contagiado, abandone los bloques de viviendas, arrostra multas de entre 3.000 y nada menos que 600.000 euros.
Manifestaciones por el 8-M
Caos sanitario y crisis económica son los grandes temores desatados por esta epidemia, que hoy coincide con la celebración del Día de la Mujer, 8 de marzo. Una jornada señera con manifestaciones por toda España que muchas nos preguntamos por qué no han sido desplazados, por ejemplo, al 8 de octubre, en un momento donde no parece prudente propiciar aglomeraciones. A estas alturas conoces seguramente la respuesta del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Digo yo que lo importante no es lo que haga el hijo de Fernando Simón, sino los datos que su padre pueda darle para tomar la decisión sobre apretarse con otras personas en las calles. Se perciben las presiones que, desde el Gobierno, padece el representante de Sanidad.
No es la única dificultad que se cierne hoy sobre las manifestaciones. La comunidad femenina se ha visto sacudida por las divisiones entra las representantes del Gobierno, según sean socialistas, como Carmen Calvo o podemitas como Irene Montero. La Ministra de Igualdad ha captado el protagonismo estos días con una controvertida Ley de Libertad Sexual, que los expertos del Ministerio de Justicia han descalificado con razones técnicas, lo que ha propiciado un choche entre Calvo y Montero.
Se percibe, además, que este año las manifestaciones de la plataforma del 8-M están muy identificadas con el Ministerio de Igualdad y los grupos afines, en un uso controvertido, por razones políticas, de una causa que tradicionalmente se identificaba con la lucha de las mujeres por la igualdad.
Y es que hay asuntos que dividen gravemente a las mujeres. Por ejemplo, que muchas pensamos que la prostitución no es un trabajo legal sino una vejación. Sin embargo, vemos supuestas jornadas feministas en universidades como La Coruña a favor del “trabajo sexual”.
O el debate sobre la gestación subrogada convierte a las mujeres en incubadoras a demanda, al servicio del dinero, y a los hijos en producto preciado.
La consecuencia de todos estos debates es que este año, feministas históricas como Amelia Valcárcel o Lidia Falcón no van a la manifestación. Denuncian que el relativismo y la ideología de género amenazan con acabar con el feminismo y su lucha. “Somos mujeres, dicen- no unicornios de la teoría “quer”. Los hombres y las mujeres son hechos biológicos, no cuestionables”.