Schlichting: "Puedes hacer testamento a favor de un niño no nacido, pero la ley no protege su vida"
Ya puedes escuchar y leer el monólogo de Cristina López Schlichting de este sábado 11 de febrero de 2023
Publicado el - Actualizado
5 min lectura
¡¡¡Muy buenos días España!!! Bienvenido a tu programa, “Fin de Semana” de la Cadena COPE. Te saluda todo este equipo de amigos y escuchas a Cristina. Estamos con anticiclón y hará frío por las noches, como es lógico, pero con cielo despejado en muchos lugares de España, al menos hasta el miércoles próximo. Viento fuerte en el sur de la península, nieve en el sureste, entre 800 y 1200 metros de altura y nubes en Baleares y Canarias. A las once viene nuestro Jorge Olcina.
Rusia juega con fuego. Ha lanzado una andanada de misiles desde sus barcos en el Mar Negro contra Kiev y las principales ciudades ucranianas. El portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuri Ignat, ha comunicado que Moscú ha disparado una cantidad excepcional de cohetes S-300, al parecer 35 en total. Rusia no sólo daña las infraestructuras a costa de matar a los civiles, es que se arriesga a expandir la guerra.
El Estado mayor de Ucrania denuncia que dos de los misiles rusos han atravesado el espacio aéreo de Moldavia y Rumanía, que es miembro de la OTAN. Rumanía ha desmentido finalmente que el proyectil cruzase su dominio pero la situación es muy grave. La condición de los aliados para la ayuda a Ucrania es que no se salga un metro de la defensa de su territorio. Si Rusia invadiese el cielo aliado o los ucranianos respondiesen hacia suelo ruso, el conflicto entraría en una escalada internacional peligrosísima. Por eso el temor en las cancillerías internacionales.
La otra notica internacional importante viene de Sudamérica. Es el régimen de Daniel Ortega, el viejo sandinista que esclaviza de nuevo Nicaragua, encarcelando a la oposición y persiguiendo a la Iglesia. El régimen ha anunciado la muerte civil -así lo llaman- de 222 opositores que han sacado de la cárcel y deportan a los Estados Unidos y a los que quitan la nacionalidad nicaragüense. Como en la época soviética. Entre ellos Cristiana Chamorro, ex candidata presidencial y su hermano, pedro Joaquín Chamorro. España ha anunciado que les proporcionará la nacionalidad a todos ellos. Ya veremos cómo les sienta a los de Podemos, que son amiguitos íntimos de Daniel Ortega.
Y nuestros militares han vuelto a dar el do de pecho en las labores de rescate en Turquía. La cifra de muertos ha sobrepasado los 22.000, muy por encima del terrible terremoto de hace un siglo. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Omella, ha animado a hacer donaciones a través de Cáritas y la ONG del Papa, Ayuda a la Iglesia Necesitada. Entre otras cosas porque, así como Turquía está perfectamente conectada y recibe la ayuda internacional, Siria está sometida a las sanciones tras la guerra y apenas hay forma de hacer llegar las ayudas. La Iglesia local es una forma segura y eficaz de que las aportaciones se distribuyan a través de las parroquias y conventos. Y las autoridades eclesiásticas han pedido la suspensión temporal el embargo. No es momento de guerras. Es momento de personas.
La imagen más conmovedora en mitad de este terrible desastre es hoy la protagonizada por la familia rescatada por los miembros de la Unidad de Emergencias del Ejército español. Un matrimonio permanecía bajo los escombros y la señora pudo dar una señal de tres golpes que alertó a los españoles.
Tras una ardua excavación fueron rescatados la mujer y sus dos hijos. Ella se resistía a salir porque el cuerpo del esposo, que había fallecido, quedaba bajo los forjados. Al final, se la convenció tras sacar a los dos críos. Llevaban cinco días enterrados, sin agua, sin luz, y la pobre madre amamantaba al niño de dos años y a la niña de seis. Es impresionante la naturaleza humana, otra vez el cuerpo de una madre rescatando hasta la última fuerza para dar vida. Lo que no haga una mujer por sus hijos.
LEY DEL ABORTO
La historia es particularmente conmovedora esta semana en que en nuestro país se ha preguntado al Tribunal Constitucional si el nasciturus, la vida que la madre embarazada lleva en el vientre merece alguna protección legal y el Alto tribunal, presidido por Cándido Conde Pumpido, ha respondido que no, que hasta los tres meses y medio de embarazo el aborto es libre y universal.
Es muy raro que en un país donde es posible, por ejemplo, hacer testamento a favor de un feto, el no nacido no merezca consideración alguna frente al aborto. Si por ejemplo tu mujer o tu hermana están embarazadas tú puedes testar a favor del hijo. Puede ser sujeto de derechos. ¿Cómo es posible entonces que ellas estén facultadas para quitarle la vida al heredero? Ahí dejamos las preguntas.
Es verdad que la justicia ha tardado demasiado y que la justicia tarde no es justicia. Que trece años después de la Ley Zapatero nos hemos acostumbrado a la ley de plazos, pero también nos habíamos acostumbrado a la doctrina consolidada en el tiempo por el Tribunal Constitucional.
Ya en 1985 el TC dijo, y nadie lo ha desmentido todavía, que la vida humana también merece protección en el seno de la madre. La sentencia reconocía que el no nacido está protegido por el artículo 15 de la Constitución que defiende la vida, aunque no sea titular del derecho fundamental porque aún no es persona jurídica según el derecho romano.
El Alto Tribunal reconoció la colisión que se producía entre los derechos del feto y los de la mujer y señalaba que hay que intentar armonizarlos. Ahora no, ahora el feto pasa a ser nada hasta las 14 semanas. Justo cuando la ciencia demuestra lo contrario.
En dos días, de un plumazo, con un presidente de Tribunal que informó en su día a favor de la Ley Zapatero, porque Conde Pumpido era entonces Fiscal General, el TC se ha cargado la jurisprudencia anterior sin derogarla. ¿Cómo no va a estar desprestigiada la justicia?
Ahora que los jueces ya no cuidan al no nacido. Ahora que se quiere obstaculizar a los médicos la objeción de conciencia. Ahora que todos los partidos excepto Vox apoyan el aborto a plazos y el PP ha dado por bueno el fallo del TC, que ya se podía haber moderado Feijóo, es el tiempo de las mujeres. De escuchar y acompañar. A las que no han abortado y las que lo han hecho. A las que están solas porque todos se han lavado las manos.