Schlichting: “Biden de un plumazo se ha cargado la historia de España en América”
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¡Muy buenos días España! Hoy más que nunca cabe decir el nombre de nuestro país con alegría, porque estamos en el Puente del Pilar y celebramos el martes la Fiesta de la Hispanidad.
Fijaos que no es fiesta religiosa, es una celebración civil que a veces, entre puentes y botellones, entre santos de las Pilares, a las que aprovechamos para felicitar, se nos pasa un poco desapercibida. Claro, no hay árboles con luces, como en Navidad; ni procesiones como en Jueves Santo, ni monas de chocolate, como en Pascua, y lo que sí que hay es cierto… como lo diría yo, no cierta vergüenza por ser español, pero sí algo de pudor para hablar de ello. Es curioso esto.
La opinión de Biden sobre la historia de España en América
¿Por qué nos sonrojamos al ponernos de pie para decir que somos españoles? Quiero decir, que sin necesidad de alharacas, un francés es feliz de decirlo, un británico, ni te cuento, un estadounidense o uno de Colombia o de Egipto se sienten honrados de proclamarlo. ¿Qué nos pasa? Quizá es buen día para reflexionar sobre ello.
¿Hay páginas negras en nuestra historia? Lo digo cuando acaba de haber una polémica sobre eso. El presidente norteamericano, el demócrata Biden, ha declarado el 11 de octubre Día de Colón en los Estados Unidos, y ha establecido que la norteamericana luzca en todos los edificios públicos para reconocer -atención- el legado de los italianos tras el descubrimiento de América. El legado de los italianos. NO hubo mención a los españoles.
Apenas recordó que Colón inició un viaje desde la costa española con la Pinta, la Niña y la Santamaría, apoyado por los Reyes Católicos y que se convirtió así en el primero de muchos exploradores italianos -ojo- en llegar a lo que más tarde se conocería como las Américas.
El presidente norteamericano lamentó, esto fue este viernes, el sufrimiento de los indígenas a manos de los colonizadores y en cambio se felicitó por las contribuciones de los italo americanos a lo largo de generaciones. De un plumazo se han cargado la historia de España en América, las misiones que colonizaron todos los Estados Unidos y le dieron nombre. Porque San Francisco o San Antonio o Santa Mónica no se llaman en italiano. Las reducciones jesuíticas, las aportaciones al derecho de gentes y la defensa que la corona española y nuestros jueces y legisladores hicieron de los indígenas y su derecho a ser tan súbditos españoles como los demás.
Por supuesto, el nacimiento tempranísimo de las universidades en América, la conservación de las lenguas vernáculas gracias a los misioneros y el interesante intercambio de agricultura, cultivos, folklore, gastronomía y arte que se produce desde entonces.
¿Cómo no va a afectarnos a los españoles este ninguneo internacional que encabeza la principal potencia del mundo?
Elvira Roca Varela ha explicado muy bien el proceso por el cual los españoles “compramos” la leyenda negra que se escribió sobre nosotros y que nació de la necesidad de los enemigos de vencer a un imperio económico y cultural que no tenía rival. Lo extraño no es aquel caudal de mentiras que reducía nuestra presencia en América a atrocidades inhumanas, provocadas sólo por el ansia de dinero, lo raro es que sigamos comprando esa mercancía averiada hoy.
¿Hay motivos este puente de la Hispanidad para el orgullo?
Porque errores y excesos siempre se produjeron en las conquistas, tanto en el británica de la India como en la francesa en África y América o la holandesa en Asia. Pues es que en esta fiesta de la Hispanidad concurren cosas curiosas. Para empezar, nuestra fiesta no es sólo nacional. Se celebra también en los países de América del Sur. ¿Cómo es posible? ¿Pero cómo van a celebrar lo dominados y explotados la fiesta de la hispanidad? Pues porque Sudamérica es mestiza porque fue española. Las razas se mezclaron como no se mezclaron en Norteamérica, donde los indios fueron exterminados. La lengua española se impuso como el inglés no se impuso en la india, donde siempre fue la lengua de los colonizadores. Hoy los grandes premios nobeles y cervantes proceden de Méjico, Nicaragua, Colombia. Los países lograron su independencia, pero viven en español y han hecho una riquísima síntesis de culturas oriundas y europeas. No hay cosa semejante en el mundo.
La importancia de España
España es hoy un país europeo pequeño y sin gran peso político ni económico, pero sigue siendo imprescindible por dos cosas que han determinado su historia. Es el broche con América del Sur y tiene una posición geográfica determinante en el estrecho de Gibraltar, que es acceso al mediterráneo y frontera de Europa con África. Nunca hemos desaprovechado esa circunstancia. La hemos hecho fecunda. No sólo descubrimos América en un paso valiente y difícil, sino que definimos la forma del continente europeo al establecer la linde los estados cristianos en la lucha contra los invasores africanos. Y esta determinación la aplicamos también cuando el continente fue invadido por el Imperio Turco y los europeos nos defendimos en la batalla de Lepanto.
Es bonita la fiesta de la Hispanidad, bonita y positiva. Perdemos tanto tiempo en batallas dialécticas que no gozamos suficientemente de tener una lengua universal y riquísima y una cultura que nos une con decenas de pueblos hermanos. España, pequeña y todo, siempre será imprescindible para Europa y América. Esta seguridad se celebra hoy, en esta fiesta del 12 de octubre a la que a veces no dedicamos más que indiferencia distraída, e el mejor de los casos, o discusión airada e ideológica en el peor. Quizá es todo más sencillo. Y más hermoso. Feliz puente en esta fiesta del 12 de octubre, día del descubrimiento de las Américas.
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