Fin de Semana

Schlichting a Herrera: "Hay una palabra menos hermosa que madre pero tan importante como amigo, compañero"

31 ene 2021, 10:26 - 7 MIN

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"Muy buenos días España,

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Schlichting a Herrera: Hay una palabra menos hermosa que madre pero tan importante como amigo, compañero

Hoy... hoy tengo para vosotros una pregunta de domingo. ¿Puede una mujer ser hermosa con turbante? Porque mira que es difícil ponerse con gracia uno de esos paños largos en la cabeza. Y, más difícil todavía, ¿puede seguir siendo hermosa si, además de turbante, tiene 91 años? Pues puede. Si no, mirad las fotos de Doña Blanca, la madre de Carlos Herrera, estas recién pasadas Navidades. Una reina de Saba.

Carlos y yo hemos jugado a veces a rivalizar y a chulearnos de nuestros padres. Cada uno de nosotros tiene un niño dentro. Yo le mandaba las fotos exquisitas de mi padre en batín, como un lord inglés, desayunando al sol. Él me respondía con las regias fotos de doña Blanca, con manicura impecable y una boca perfecta, de carmín rotundo y perfilado, como una estrella de cine en un balneario de Argel. Éramos como dos críos celosos: mira qué guapo es mi padre... pues mira mi madre...

Ayer enterraron a Doña Blanca en la intimidad, en Sevilla, y Carlos y yo ya no podremos jugar a los padres de cine. Quizá te preguntes porqué abro el programa con la muerte de Doña Blanca y entonces tengo que explicarte una bellísima palabra, que en COPE todavía existe, quizá un reducto de tiempos ancestrales. Una palabra menos hermosa que la palabra “madre”, pero tan importante al menos como la palabra amigo. Es el vocablo “compañero”, que significa el que parte contigo el pan, el que se gana el pan contigo. Cuando un compañero pierde a su madre, algo se nos muere a los que caminamos con él. En mi caso, un poquito de belleza regia y cinematográfica, como un retablo de Lilí Marlen. Perder a una madre es quedarse sin esa persona que siempre, siempre, sabrá de tu brillo. Podrás tropezar y equivocarte, la fastidiarás gravemente, da igual, tu madre sabe quién eres. Yo quiero decirle a Carlos Herrera que su madre se ha muerto feliz, yo lo sé, porque estaba orgullosa de su hijo hasta reventar. Y a una madre eso le basta para morirse rebosante de gloria. Qué hijo, digno de tal madre. Ella te sigue amando Carlos. Ahora, más que nunca, tienes que ser niño, tienes que fiarse de los que te decimos que doña Blanca está en el cielo, probablemente con turbante. Porque uno es lo que es hasta la eternidad, y no es lo mismo Francisco de Asís, que irá por el cielo con un sayón descuidado, rodeado eso sí, de lobos y de pájaros, que doña Blanca, que se paseará con una túnica de nubes. Ni es lo mismo San Pedro, el pescador, que se anudará cualquier cosa a la cintura, que la señora Blanca, que llevará un turbante de estrellas cuando departa con la Virgen.

Lo único que me fastidia es que Carlos y yo ya no podremos jugar a los padres guapos. Como mi padre es tan caballero, le ha cedido el paso ella y, en espera de verla todos de nuevo arriba, tendremos que repasar turbantes y manicuras de estos años de travesía aquí abajo, en las fotos. Ay Carlos, sigue mandándome fotos de Doña Blanca, que tengo que ir sabiendo cómo ser elegante como Cleopatra a pesar de la edad. Abrazos, amigo, compañero, que sepas que honra merece quien a los suyos se parece, pero que mucho tenemos que practicar aún para poder reunirnos con tu madre en el cielo como Dios manda.

Y vamos con las noticias del día, que pasan por la exclusiva del diario El Mundo, que ha conseguido una copia del contrato de Messi con el Barcelona, que nos ha dejado con la boca abierta. 555 millones de euros por cuatro temporadas. 138 millones de euros al año. La cifra es tan abultada que asusta. Ojo, en este sistema nuestro, cuando alguien gana tanto es porque otros ganan mucho más gracias a él. Messi trae lo que saca, en espectadores, en publicidad, en seguimiento nacional e internacional. La cifra, sin embargo, es tan abultada que puede tener que ver con la grave crisis económica del Barça y me ha hecho reflexionar sobre el fútbol en nuestra época. Es, verdaderamente, el hijo de los juegos circenses de la época clásica. Hay una relación directa entre la Roma clásica y las ciudades modernas de enormes estadios, a los que la gente peregrina cuando va de visita. No son los museos el destino de los turistas masivos, tampoco las catedrales, el estadio es el templo del siglo XXI. Por eso sus grandes sacerdotes ganan 555 millones de euros. Asombroso.

Castilla y León amplía sus restricciones en esta tremenda tercera ola de coronavirus. Palencia y otros 52 municipios verán el cierre de los comercios a las seis de la tarde. A partir de hoy domingo se decreta además la clausura de las terrazas y la suspensión de las actividades culturales. Con la covid descontrolada, Valencia tiene una triste plusmarca. Valencia, con V en este caso. Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, la región valenciana es la que registra en toda Europa mayor número de contagios. Desde mañana lunes se establece allí el uso obligatorio de mascarillas para hacer deporte, incluso en las playas urbanas. Los muertos por covid ascienden de nuevo al centenar. Desde el viernes, la Consejería de Sanidad ha determinado que, con el fin de acelerar las exequias y para que los cuerpos no permanezcan en los depósitos, se prescinda de la obligatoriedad de esperar 24 horas para el entierro después de la defunción. Se trata de extremar las medidas de higiene y seguridad. Los funerarios piden además ser vacunados.

Y mientras los españoles combaten al coronavirus, en Cataluña están convocando a los ciudadanos a las mesas electorales. Imagina la situación de los que llevan meses siguiendo estrictamente las restricciones dictadas por las autoridades y ahora son obligados a acudir a los colegios, donde centenares de personas pasarán durante más de doce horas por locales cerrados, también los contagiados, que tendrán su hora de votación ente las siete y las ocho. Los médicos han puesto el grito en el cielo, pero los políticos siguen a lo suyo. Ayer nos prometía Pedro Sánchez, volcado en la campaña electoral que, atención “la época oscura de la pandemia empieza a aclararse”. Con apenas 250.000 españoles vacunados, que no llegamos al 4 por 100, dan ganas de salir corriendo cuando se les escucha decir estas cosas. El presidente animaba ayer a votar por correo, que no sé cómo se puede animar a votar por correo y, a la vez obligar, a los vocales a ir a las mesas físicas, cuando muchos de ellos tienen padres y abuelos que están en primera fila de riesgo.

Pedro Sánchez se felicitó de que Europa haya abandonado el austericidio de las medidas económicas restrictivas y haya apostado -dijo- por una Plan Marshall que vendrá d ella manos d ellos Fondos de Recuperación Europeos. Es lo que se llama disparar con la pólvora del Rey, o sea, hacer campaña con nuestro dinero.Sánchez llama a agrupar todo el voto constitucionalista en torno a su candidato, Salvador Illa.

Me pregunto si alguien duda a estas alturas de que Illa pactará con ERC en cuanto tenga oportunidad. Por lo demás, todo normal, los de Junts per Cat prometieron ayer hacer otra declaración unilateral de independencia si los votos separatistas superaran el 50 por 100. La candidata de Puigdemont dice que propondrá un gobierno común a los de ERC y la CUP.

Por cierto éstos ya sabéis que han exigido que se aparte a VOX de TV3 y Catalunya Radio, que se les quiten los espacios electorales. Dicen que siembran el odio. Un odio del que no hablaron ayer cuando Santiago Abascal fue agredido durante un mitin en Gerona. Mientras intervenía desde el atril, el dirigente fue insultado por una cincuentena de individuos que le lanzaron grava.

La crispación también aumenta en los foros de internet y curiosamente también lo potencian los amigos de la CUP, los círculos podemitas. La Asociación de la Prensa de Madrid ha tenido que sacar un comunicado condenando los ataques de ciertas páginas web de Podemos contra compañeros como Esteban Urreiztieta y Joaquín Manso, que se significaron informando sobre los escándalos de la formación. Rejonazo que nos hace falta, aunque el rejón lo recibamos nosotros, en dos dosis".