Schlichting: "Merece la pena ser padres y madres y es hora de apostar por ello sin complejos ni ideologías"

Ser madre hace feliz. Conmueve tener una criatura pequeña en tus brazos, recién nacida. Y conmueve mucho más verla crecida, ayudando a tus padres, ayudándote a ti, abriéndose paso en la sociedad.

¿Por qué entonces hemos alimentado el mito de que la natalidad es antiprogresista? Que tener hijos empeora la calidad de vida, dificulta la incorporación al trabajo... Supongo que al capital le interesa tenernos trabajando a todos. Hombres y mujeres día y noche, y no le interesan las bajas por maternidad ni las preocupaciones por las vidas de otros. Por sus colegios, por sus enfermedades, las bajas laborales consiguientes. Supongo que la ideología que ha resultado rentable hablar de una guerra entre hombres y mujeres, una guerra en la realidad.

Lo cierto es que cada vez estamos más empobrecidos, más solos. La pirámide poblacional se ha constituido en un enemigo y los problemas están ahí.

Merece la pena ser padres y madres y es hora de empezar a apostar por ello decididamente sin complejos ni ideologías, simplemente comprobando que tener ese trocito de carne entre las manos es una extraordinaria alegría. Por ejemplo, una mujer que tiene estos hijos se vuelve y quizá por eso el poder esté inquieto, absolutamente poderosa, porque crece en ti una fuerza, una capacidad de superación, un ímpetu de lucha que te hace indomeñable y muy difícilmente reductible a los planes de quienes mandan.

Viva la libertad, viva la natalidad.