Schlichting, sobre la reunión de Puigdemont y Ortuzar: "La noticia es que tu futuro se decide en Waterloo"
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Muy buenos días España!!! Es sábado 16 de septiembre y en apenas cinco días entra el otoño, que este año es verdaderamente otoñal, con lluvia a mansalva y unas riadas que parecen monzones. Mucho aparato eléctrico también.
Pues eso, lluvia hoy y mañana. Desde primera hora las tenemos en Galicia, Castilla y León y Extremadura y a lo largo del día se desplazarán hacia el este, sobre todo a Albacete e interior de Murcia. Mañana, más tormentas que destacarán en Castilla la Mancha y Aragón. Luego nos dará los detalles, a las once, Jorge Olcina.
¿Hasta cuando va a aguantar la izquierda? Porque no basta con votar. Si el que manda es injusto, si se salta todas las líneas rojas, el que está en el parlamento como diputado, el senador de turno y el ciudadano de la calle, manifestándose, tienen un deber moral.
El Gobierno de España no puede ponerse en manos de un delincuente huido de la justicia. No se le puede dar lo que pide. A saber, librarse de la cárcel, tanto él como sus compinches.
Hoy la noticia es una foto. La del forajido de Waterloo, Carles Puigdemont, reunido allí con el presidente del PNV, Andoni Ortúzar y preparando los dos la extorsión a Pedro Sánchez y a cada uno de nosotros. Cómo sonríen, cómo entrechocan las manos, cómo se felicitan. "Hola Andoni, que no nos hemos visto en otra igual, que es el momento de la España plurinacional". "Desde luego, Carles, je je je, esta es la nuestra, lo tenemos cogidos."
Y ahí aparecen, en una foto inenarrable. Ortuzar con unos calcetines color cope y cordones blancos en los zapatos, que es para echarle de comer aparte, y Puigdemont con una camisa azulona horrorosa, que parece mentira que señores tan horteras representen a los más ricos de España, a la burguesía más poderosa del País vasco y Cataluña, los que tienen palacios en la Costa Brava y los Pirineos y esquían en Suiza mientras sus dineros engordan en los paraísos fiscales.
Son los más carcas de España, los que más representan la desigualdad frente a los pobres, los que han perseguido al PSOE desde su fundación y ahí los tenéis decidiendo nuestro futuro.
El abuelo de Nicolas Redondo Terreros, Nicolas Redondo Blanco les hizo frente en su día desde los altos hornos de Vizcaya, donde trabajó veinte años. Allí militó en el PSOE inicial, allí afrontó tras la guerra civil un juicio militar y una condena a muerte que fue conmutada por décadas de cárcel, allí decidió seguir siendo del PSOE en la clandestinidad franquista y siguió siendo detenido, la última vez en 1960.
Su hijo Nicolas Redondo Urbieta dirigió la UGT, el sindicato socialista veinte años, refundó el PSOE con Felipe González. Y ahora el nieto, Nicolas Redondo Terreros, ha sido expulsado de ese PSOE esta semana para que los ricos de las oligarquías más casposas del país puedan desmontar a gusto la Constitución de la igualdad y repartirse los mejores tocinos del país.
Qué asquito. Si a la izquierda le corresponde la responsabilidad de impedir esto con su voto parlamentario, al centro derecha le toca abrir el acto de protesta que tendrá lugar en Madrid el domingo día 24 de septiembre a todos. Se necesita un acto como el que tuvo a Borrell al frente en Barcelona con el golpe del procés.
Un acto que ponga de relieve que lo que aquí nos jugamos es la igualdad entre todos que consagró la constitución del 78. Sobran nombres, del PSOE y de fuera del PSOE. Cristina Alberdi, que dejó el partido tras el pacto del Tinell; Joaquín Almunia, Corcuera, el propio Redondo, Juan José Laborda, Juan Antonio Ruiz Castillo, Ramón Jaúregui, José Bono, Jordi Sevilla, Juan Lobato, Emiliano García page, Juan José Ibarreche, Leguina, Elena Valenciano y, por supuesto, Alfonso Guerra y Felipe González. Todos han protestado públicamente por lo que está haciendo Pedro Sánchez.
Es verdad que los llaman la vieja guardia. Es verdad que los que están en activo en las cámaras y en Ferraz prefieren estarse quietos y ver si el tahúr del Missisipi saca adelante el gobierno de nuevo y sigue pagándoles su sueldo, pero si Puigdemont lo consigue, quedará claro que toda la lucha de los Redondo y de tantos para que hubiese justicia social en España quedará en agua de borrajas.
Que aquí los que mandan son los de Getxo y Pedralbes, que el resto somos los charnegos que trabajamos para ellos. Y, por supuesto, que el PSOE ya no es nada.
Hay otras cosas hoy. 21 de las 23 jugadoras de fútbol que ganaron el mundial han emitido un duro comunicado renunciando a jugar con la selección si no se reestructura a fondo la Federación de Futbol, que consideran machista. Ha muerto el pintor Botero, el de los señores y las señoras gorditos y pimpantes, quizá el artista popular más famoso del planeta, a los 91 años y tras una vida cumplida. Pero nada de eso determina tanto nuestro futuro como un señor de Waterloo que quiere poner sus reglas cuando nosotros lo hemos echado de España porque estuvo a punto de romper nuestra convivencia.
Querido, querida, que no te engañen, hoy la noticia no es que el CIS ha establecido que la tortilla española que prefiere la gente es con cebolla y blandita. La noticia es que tu futuro se decide en Waterloo.