Madrid - Publicado el - Actualizado
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En otros planetas, "lo que no sabemos es en que fase estarán" dice la astrofísica española Begoña Vila que trabaja en la NASA en la puesta en marcha del telescopio más grande del mundo.
El James Webb está diseñado para ir un paso más allá del andado, hasta ahora, por el telescopio Hubble. De hecho el James Webb va a sustituir a Hubble. ¿Sus aportaciones? "que va a observar el infrarrojo, el calor, podremos ver en infrarrojo y podremos mirar hacia atrás en el tiempo. Veremos la luz de las primera galaxias y comprobar como han cambiado a lo largo del tiempo y ver la evolución planetaria" explica lo más fácil posible Begoña Vila a la que la NASA ha galardonado con la medalla al Logro Público Excepcional por su dedicación al nuevo telescopio. Esta gallega que "presume de ser española" es especialista en galaxias espirales, "aquellas en las que hay una zona en el centro y brazitos alrededor como las espirales, las hay elípticas donde los brazos no existen; el Sol y la Tierra están en uno de los brazos de nuestra galaxia y es donde se forman las estrellas" aclara Begoña Vila que tiene claro que el nuevo telescopio nos va a permitir detectar nuevos planetas y saber si hay vida en ellos, "al utilizar el infrarrojo nos va a permitir buscar nuevos planetas y ver la atmósfera de esos planetas y si se puede dar vida en ellos. Encontraremos otros planetas con agua y si hay agua puede haber tenido vida, no sabemos en que fase, pero yo creo que sí hay vida por ahí". El James Webb tiene también entre sus objetivos encontrar el origen de las galaxias y para ello tiene unas características muy especiales, "va a estar a 1,5 millones de kilometros, va a estar situado más allá de la Luna mirando hacia el Sol. El espacio es muy frio vamos a estar a menos 230º eso nos hace utilizar materiales que a esas temperaturas no se deformen y sigan funcionando".