Un documental recuerda a Lina Morgan, la reina del humor blanco que hizo reír a España durante muchos años

Una de las tardes en que la pequeña María de los Ángeles López Segovia fue al cine con su hermano pequeño, proyectaban una película de Charlot: ‘Luces en la ciudad’. Esta joven castiza, criada en el madrileño barrio de La Latina, supo que quería lograr lo mismo que aquel hombre de bigotillo cuadrado, bombín y curiosos andares desde la pantalla en blanco y negro: hacer reír.

A punto de cumplirse nueve años de la muerte de una de las artistas más importantes de nuestro país, un documental recuerda su figura… ‘Lina Morgan, la mujer espectacular’. La reina del humor blanco que hizo reír a carcajadas al público español durante años y que se guardó siempre de que su vida personal quedara bien protegida tras el telón.

Desde su más tierna infancia, María de los Ángeles soñaba con ser bailarina. De hecho, empezó a actuar con solo diez años. Tuvo una infancia muy humilde. Nació en La Latina, 4 meses antes de que estallara la guerra civil.

Un carácter incansable que la acompañaría toda la vida. Cuando era niña, a María de los Ángeles la llamaban Nines.

Fue la cuarta de cinco hermanos. Tuvo que empezar a trabajar muy pronto y dejar los estudios. Algo que le generó una gran inseguridad a lo largo de su vida.

Los primeros pasos profesionales llevaron a Lina a trabajar como vedette en La Latina. Primero se presentaba como Angelines López. Luego como Angelines Segovia. Su metro sesenta de altura contrastaba con las esbeltas figuras de sus compañeras. Hasta que un compañero, llamado Adrián Ortega, detectó el potencial y la vis cómica de la joven.

Su reciente popularidad en los espectáculos despertó celos entre algunas compañeras.

Fue una profecía muy acertada la de aquel director teatral. La carrera de Lina estaba despegando de forma imparable. En poco tiempo, su rostro se hizo habitual en la gran pantalla. Fue tal el éxito que cosechó que fue conocida como ‘La rompe taquillas'.

Trabajó con lo más granado de los 60 y 70. Florinda Chico, Rafaela Aparicio, Gracita Morales, Alfredo Landa, Concha Velasco, Amparo Soler Leal, Gila, José Sazatornil, José Luis López Vázquez, Mariano Ozores, Paco Martínez Soria o José Sacristán, con quien mantuvo una breve relación.

'La tonta del Bote’ se estrenó en 1970 y se convirtió en su trabajo más reconocido. Ella misma dijo en una entrevista que este era su papel predilecto. Y de tonta, poco o nada.

Lina tenía un sueño que le rondaba la cabeza desde hacía años. Montó su propia compañía de teatro con la que estrenó obras como ‘Casta ella, casto él’, ‘La Marina te llama’ o ‘Sí al amor’.

No mucho después cumplió uno de sus deseos: Comprar el ‘Teatro La Latina de Madrid’. Un sueño que se hizo realidad en 1978, cuando lo adquirió por 127 millones de pesetas. Se convirtió en la primera mujer de europa en adquirir su propio teatro.

‘Vaya par de gemelas’ fue, sin duda, su gran éxito teatral. Se estrenó en 1980 y pocos años después TVE la emitió. Más de 20 millones de personas la vieron.

Las tablas del teatro fueron el refugio de Lina. El día que su padre Emilio falleció, estaban a punto de estrenar ‘Vaya par de gemelas’ en el teatro de La Latina. Lina se negó a suspender la actuación. “El público no tiene la culpa de que papá haya muerto” alegó. Y cuenta la leyenda que fue el día que más carcajadas se escucharon en la sala.

Con su melena corta y sus pantalones, Lina fue una transgresora en su época. Rafaella Carrá le recomendó en más de una ocasión que aprendiera italiano y marchara a Italia, que allí tenía el triunfo asegurado. Le ofrecieron trabajo en Sudamérica y en Francia.

Pero ella eligió hacer reír en casa.

Fue muy amiga de Concha Velasco y Esperanza Roy, rivales en la pantalla pero muy unidas tras ella. También de Jesús Hermida, Luis María Ansón, Amparo Rivelles. Admiraba a María Teresa Campos.

Su vida personal, que protegió con sumo celo, no fue siempre risueña. Muy unida a sus hermanos José Luis y Julia, sus muertes la sumieron en una profunda tristeza. Dicen que se quedó con las ganas de ser madre. La verdad es que poco ha trascendido de su vida sentimental. Su amor verdadero y más duradero fue con el teatro.

Con el paso de los años Lina fue un rostro habitual en distintas series de televisión, una de ellas ‘Escenas de matrimonio’ con nuestra Sole Mallol. Pero su gran éxito televisivo llegó de la mano de ‘Hostal Royal Manzanares’.

El primer capítulo se emitió en 1996 y la serie se prolongó durante 4 temporadas. Llegó a cobrar hasta 190.000 euros por capítulo.

Fue en estos años cuando le diagnosticaron un cáncer de laringe. Ocultó la enfermedad a prácticamente todo el mundo, salvo a su hombre de confianza, Daniel Pontes, su secretario, y a Abelardo, su chófer. Ellos y unos pocos más acompañaron a Lina en sus peores momentos.

En 2013 tuvo que ser ingresada en el hospital por una neumonía. Pasó diez meses sin recibir visitas, salvo las de Daniel Pontes y Abelardo. Regresó a su casa cuando fue adaptada para atenderla médicamente.

El 20 de agosto del año 2015 conocíamos la muerte de la artista. Su cuerpo fue velado en la que fue su casa durante años, el teatro de La Latina. Cientos de personas acudieron hasta allí para dar su adiós a la artista.

Sus cenizas reposan en el cementerio de La Almudena de Madrid, junto a sus padres y hermanos.

Puede que Lina nunca llegara a ser consciente de lo genial que fue. Aunque se quedó con ganas de recibir un Goya, fue reconocida con muchísimos otros premios: Medalla de Oro al Mérito en el trabajo, Medalla al Mérito Artístico, a Empresaria del Año, el Ondas, Medalla de oro al Mérito en Bellas Artes, una Antena de Oro o la Gran Cruz de la Orden del 2 de mayo de la Comunidad de Madrid.

Podríamos estar horas recordando a una figura atemporal e inagotable como Lina. Unió con su humor a abuelos y nietos. Hizo sonreír a una España que nacía en democracia. Vivió por y para su público.

Amistad, trabajo y familia. Merece la pena que los más jóvenes sepan y descubran a esta mujer, adelantada a su tiempo. 70 obras de teatro, 27 películas y 9 series. La actriz más taquillera de la historia de nuestro país.

Gracias Lina.