En 'Fin de Semana'
“No me gusta nada la palabra fácil, porque negamos la oportunidad de aprender”
Enhamed Mohamed Yahdih es el primer paralímpico ciego que cruza a nado el Estrecho

“Sin referencias visuales todo es viento, olas, agua... pero el pensamiento recurrente era otra brazada más”
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
El atleta que ahora disfruta de unos días de merecido descanso, ya que se encuentra trabajando, estudiando un máster y cuidando de sus niñas; sus perros guía Abel y Geyla, ha asegurado en 'Fin de Semana' que tras un 'Iroman' o subir el Kilimanjar ole ha resultado "asequible este reto, aunque en condiciones complicadas” debido a la meteorología adversa... “parecía más surf que natación” ha añadido.
Tras 5 horas y 20 minutos nadando para recorrer 19 kilómetros el atleta ha querido recordar que “el entrenamiento mental es más importante que el físico” sin olvidarse por supuesto de la fantástica labor de todo su equipo.
“Siendo ciego no tienes referencias visuales; todo es viento, olas, agua... pero el pensamiento recurrente era otra brazada más” ha explicado .
Estas brazadas de más eran impulsadas por el proyecto solidario por el que se embarcó en este reto: recaudar fondos para que niños adolescentes en Zambia puedan practicar deporte. “Hubo momentos en los que no me apetecía hacer el reto pero sigues adelante porque te has comprometido con estos niños”.
Enhamed ha recordado como se adaptó a su ceguera con 8 años; a sus padres les costó más, aunque ha precisado que su madre optó por no sobreprotegerle diciéndole que tenía que valerse por él mismo ya que ella no iba a estar siempre ahí para cuidarle.
El tres veces paralímpico, con cuatro oros entre sus muchos méritos ha asegurado que cuando le enseñaron a nadar “era un juego constante”. “No me gusta nada la palabra fácil, porque negamos la oportunidad de aprender” ha añadido.