Sexo octogenario o GPS loco: las excusas más sorprendentes para saltarse las restricciones

Diego González y Cristina recogen en Fin de Semana las explicaciones más surrealistas que han dicho los civiles para intentar desplazarse durante el estado de alarma

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Las mejores excusas que se han dado para saltarse las restricciones

Cristina L. SchlichtingRedacción Fin de Semana

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Algunas de las mejores anécdotas se han encontrado los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Situaciones como una pareja de ancianos que iban a un hotel, una mujer que iba a comprar un sacaleches o el GPS que les ha llevado hasta ahí.

Don Emilio Calatayud también se ha hecho eco de algunas de las excusas que le han puesto a él: “En los juzgados, con los choricillos. Puedo contar de todo, para reír, para reír más aún y luego para llorar. Hubo un chaval que le tenía encerrado en San Miguel, un día se escapó y se amputó un dedo. Con una tela metálica. Cogió a la educadora y le dijo que la esperase en la puerta que iba a coger la moto. Cuando estaban llegando al juzgado, le para la policía y resulta que la moto era robada”.

Otro que quería ser peluquero, “robó un secador profesional de una peluquería. En el juzgado me dijo, don Emilio es que yo quiero ser peluquero. Le condené a estudiar peluquería. El examen fue cortarme el pelo”.

Otra historia de un borracho, “un padre que le pegó una paliza tremenda a su mujer. El joven, después de eso, cogió una escopeta y le pegó dos tiros al padre” ha dicho el juez. “Ahora el chico es Guardia Civil”.