La mirada médica para los mayores estas Navidades: “Hay que acompañarlos especialmente”

Va a ser una navidad especialmente rara. Esta última semana hemos estado pendientes de a dónde vamos a poder ir o con cuántos vamos a poder estar para comer y cenar. Hay más de dos millones y medio de personas en España que no van a poder estar con nadie. Los porcentajes hablan de un 40 % de personas que tienen síntomas de soledad emocional desde los 65 años hasta que mueren.

Este año no ayuda. Con el problema de la pandemia y siendo los mayores el grupo de riesgo más alto, visitar las residencias o las casas donde viven puede echar para atrás. Así que nos enfrentamos a dos problemas. Por un lado, el riesgo de infección. Por el otro, algo que llevamos acumulando de manera mucho más acusada el último año: los síntomas que provoca la soledad.

Estamos hablando de depresión, ansiedad, hostilidad, resentimiento y tristeza en estas personas, que afecta directamente en su salud, con peor calidad del sueño, riesgo de morir antes, esto en torno a un 14%; o a un aislamiento todavía más acusado. Desde los centros avisan que existe ignorancia por parte de la población con respecto a este problema. No existen métodos de concienciación, tampoco estudios científicos que avalen los datos, que son predominantemente de países nórdicos.

Tampoco se crean sistemas que ayuden a combatir la soledad. Los colegios de psicólogos, que ven de primera mano y tratan los síntomas de los más mayores, llevan años pidiendo proyectos dirigidos a fomentar la capacidad psicológica y funcional de nuestros mayores.

Pedro Martínez ha comentado sobre la conversación a la hora de frenar los deterioros mentales: “Tenemos que procurar seguir entrenando el cerebro y tener la motivación para seguir haciendo estos ejercicios. Esto es ciencia. Y las personas que hacen esto viven más tiempo. La comunicación tiene que ir a lo positivo” ha dicho el psicólogo.

Carmen Candela ha hablado desde el punto de vista médico: “Van a ser unas navidades durísimas, sobre todo para este tipo de gente. He podido hablar con responsables de las residencias y hacen pensar en lo que necesitamos el afecto. Sobre todo a la gente mayor, necesitamos esa motivación emocional”.