Paloma nació porque su madre apostó por la vida: "No hicieron caso al médico"
Esta joven que estudia odontología en Madrid, cuenta en 'Fin de Semana' que es el tercer año que acude a la gran fiesta anual en defensa de la vida que se celebra en la capital
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Cristina López Schlichting, directora de 'Fin de Semana', te cuenta desde las calles que hoy se celebra la gran fiesta anual en defensa de la vida humana. La marcha comienza a las 12:00h y concluirá en Cibeles. Este año, la reivindicación de las personas desde el nacimiento hasta su muerte tiene especial significado. Y todo, después de que Francia, inmersa en una profunda crisis política y social, haya decidido incorporando el aborto a su Constitución.
Denuncia López Schlichting que "el no nacido no interesa ni da réditos políticos". La comunicadora, además, ha hablado con una de las personas que se va a sumar a esa reivindicación por la vida.
Es Paloma Zafrilla, tiene 23 años. Es una estudiante de odontología en Madrid. Su vida siempre ha estado ligada a Almansa, Albacete, donde creció y tiene a su familia. Sus padres y sus dos hermanos.
Carlos es el hermano mayor. Carlitos. Tiene una discapacidad del 96%, pero eso no le ha impedido ser el pilar de esta familia manchega. Por eso, Paloma quiere decir SÍ a la vida.
Al arranque de su intervención, dice que es el tercer año que acude a esta fiesta anual por la vida. Quiere reivindicar que, muchas veces, "cuando hablamos de estos temas, la impresión que da es de desgracia y sufrimiento. Hay muchos casos muy duros, pero eso no les hace menos bonitos".
En su casa, asegura con una sonrisa, tiene un regalo. Su hermano. Y si sus padres hubiesen hecho caso a las recomendaciones de los médicos, mi hermano y yo ni existiríamos. Pensaban que era un riesgo muy grande tener más hijos. Por otro lado, por los consejos de la sociedad. No es un dramón, es todo lo contrario".
Resultó que Carlitos no era fruto de un problema genético. Fue más bien una negligencia médica. Los padres, valientes, siguieron teniendo hijos. A los 26 años, Carlitos es como un niño de seis meses.
"Carlos, a efectos prácticos, no habla y no anda. En cambio, sí se ríe y sí llora. Es capaz de mirar y comunicarse a su manera. Mi madre sabe lo que le pasa con una mirada", relata en los micrófonos de 'Fin de Semana'.
Su hermano, afirma, es el centro de la familia. Y no cambiaría nada de lo que vive en casa. "Carlos es el sol y los demás somos los planetas alrededor de él. No podemos ser más felices".
No te pierdas el resto del testimonio en el audio adjunto a esta noticia.