La violencia obliga a adelantar la Misa del Gallo en Venezuela
“La gente en Venezuela come tres veces al día”, dijo Errejón. ¿Es eso cierto? Los misioneros allí cuentan en Fin de Semana con Cristina la realidad
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Muchas personas comen solo una vez al día, muchos niños solo esperan esa comida única en el colegio, y hay una enorme violencia en las calles. Hablamos de una nación con enormes recursos que se ve en momento excepcional. Es Venezuela y Ayuda a la Iglesia Necesitada quiere emprender una campaña especial.
La crisis no cesa con una inflación galopante, poner una mesa de Navidad es imposible; hay falta de medicamentos, enfermar muchas veces implica una muerte segura y sigue la persecución política así como la violación de derechos humanos constante. Con este panorama no es llamativo que la gente huya del país. Sobre esto nos habla Raquel Martín, responsable de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada: “Lo que más me ha impresionado es la pobreza y la necesidad estructural que hay. No es que haya una minoría que pase hambre, es que la pobreza y el hambre es generalizada. Conocemos una punta del iceberg de la carestía”.
Por fortuna siempre hay personas que luchan contra eso “a contracorriente devolviendo la dignidad a la persona, que sean capaces de mirarse a sí mismos con esperanzas, a contracorriente del poder, están unidos y sacando a la gente adelante. Son las curas, las monjas, los religiosos y laicos de AIN, es para Premio Nobel de la Concordia”.
También ha contado su testimonio Monseñor Juan Carlos Bravo, obispo de Acarigua-Araure (Venezuela), quien ha relatado que había tenido un encuentro con Cáritas parroquiales y diocesanas para celebrar la Navidad: “Hemos estudiado el Nacimiento de Jesús y nos detuvimos al ver que el Niño no tenía un lugar en la sala principal. ¿Qué sitio tiene Él en nuestras vidas? Si el centro es Él, sentiremos su cariño. Jesús viene a sentarse en nuestra mesa”
Monseñor tiene 54 años y ya hace 27 que se ordenó y está con los más pobres y necesitados: “Ser pastor es ser padre, y eso es compadecerte y sufrir con ellos. Allí pude experimentar la presencia real de Dios. La gente se vuelca unos con otros para reconstruir todo. Tenemos que atender a los pobres y que se puedan sentir hermanos, hermanos de verdad, que el otro sufre y yo sufro con él”
También ha relatado que “aquí la tradición es que la misa del 24 de diciembre casi siempre se hace antes de las 17h porque después es impredecible, no sabemos si va a haber luz”.
Para colaborar con AIN se puede visitar https://www.ayudaalaiglesianecesitada.org/yocontigovenezuela/ así como llamar al teléfono 917259212.