Una psicóloga da las claves para mejorar la convivencia en verano
Diana Jiménez, experta de 'Viviendo en positivo' asegura que "necesitamos disfrutar del tiempo en general porque es bueno para el autoconocimiento y el autocuidado"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Universidad de Harvard ha hecho un estudio que afirma que los conflictos familiares suelen aumentar un 20% durante los meses de verano porque la rutina cambia. En los micrófonos de Fin de Semana ha estado la psicóloga educativa especializada en infancia, adolescencia y pareja, Diana Jiménez, para darnos las claves de cómo abordar estos conflictos familiares.
En varias ocasiones la rutina a veces nos agobia, y la llegada del verano es un momento muy esperado tanto por niños como por padres. Pero no es oro todo lo que reluce. Jiménez recordaba como solemos decir: "qué ganas tengo de que llegue el verano para ir sin prisas". Y es que, según la psicóloga, ese momento lo tenemos muy idealizado, y se cumple el dicho que "el roce hace el cariño".
Por ejemplo, cuando nos juntamos con distintas familias y nuestros hijos con otros niños: "Convivir cuando uno es de su madre y de su padre, no es fácil". Esta época estival puede ser un buen momento para que los niños se relacionen con otros de su edad y los padres descansen, pero pueden existir ratos de comparación. Jiménez recomienda "bajar el listón y pensar no es que tú tengas razón o que yo tenga razón sino que cada uno tenemos nuestra manera, y es mejor no tomarlo como una crítica". Es muy habitual que siempre estemos comparándonos, y a veces nos sentimos examinados. Al final todos tenemos cosas buenas". Esto viene porque tenemos miedo de no ser suficiente, y no nos gusta que nos juzguen.
Según la psicóloga de 'Viviendo en positivo' "hay que bajar las expectativas, nadie es mejor que nadie y la manera que lo estoy haciendo es porque creo que es lo que tengo que hacer, estoy haciendo lo que puedo con lo que tengo".
También esto se puede extrapolar a la pareja y los roces que se pueden tener con ellos porque con la rutina durante el año no tenemos tiempo para dedicarle un momento, pero siempre con un pequeño gesto es suficiente. Diana asegura que "la crianza agota mucho, podemos romantizarla, pero el día a día nos distancia de la pareja". Y cuando las parejas se repiten "ya tendré tiempo", puede que ese momento no llegue.
Sin embargo, es importante y necesario disfrutar del tiempo en general, y sobre todo de nuestra propia compañía porque es bueno para el autoconocimiento y el autocuidado.