Diego González Rivas, el cirujano que ha revolucionado la cirugía torácica en el mundo

El doctor Diego González Rivas, cirujano torácico español y creador de la técnica de cirugía torácica videoasistida mínimamente invasiva, ha marcado un antes y un después en la medicina. Este miércoles ha visitado el estudio de Herrera en COPE, donde ha compartido su experiencia, sus avances y su incansable labor en algunas de las condiciones más difíciles del planeta.

"La cirugía torácica es de las más dolorosas de todas, sobre todo en el postoperatorio", ha explicado a Alberto Herrera el doctor. Hasta hace poco, este tipo de procedimientos requería grandes incisiones y separadores costales, lo que causaba un dolor intenso y una recuperación prolongada. Sin embargo, en 2010, González Rivas realizó la primera cirugía de cáncer de pulmón en el mundo con una sola incisión de apenas cuatro centímetros, logrando que el paciente recibiera el alta en tan solo dos días. "Esto supuso una auténtica revolución", ha añadido.

El cirujano gallego no se conformó con este hito y continuó innovando. "Con la pandemia, empecé a investigar más en el uso de brazos robóticos y realicé la primera lobectomía uniportal robótica del mundo". Actualmente, emplea el robot Da Vinci, que ha adaptado a sus cirugías torácicas, y también la tecnología Shurui, que permite operar con incisiones aún más pequeñas, de solo dos centímetros.

La comunidad científica, en un principio, recibió con escepticismo sus innovaciones. "Al principio, hubo muchas dudas, pero con el tiempo demostramos que esta técnica no solo era posible, sino más efectiva y menos invasiva". González Rivas ha llevado sus avances a hospitales de todo el mundo y ha operado en condiciones extremas, desde la Franja de Gaza hasta Sierra Leona. "En Gaza, en 2020, recuerdo cada paciente que operé. En esos entornos, un apagón no detiene una cirugía, sino que nos obliga a adaptarnos".

Su vocación humanitaria ha sido una constante en su carrera. En julio del año pasado, su fundación realizó su primera misión en Sierra Leona. "Cuando llegamos, el hospital era un almacén de enfermos en condiciones nefastas. Lo primero fue establecer un mínimo de higiene y organización para poder operar". También ha desarrollado el concepto del "camión quirófano", un vehículo equipado para realizar operaciones en lugares remotos.

El doctor no solo ha transformado la cirugía torácica, sino que ha expandido su campo de acción a otros tratamientos como la hiperhidrosis, operando a pacientes con sudoración excesiva mediante procedimientos mínimamente invasivos. "Es increíble ver cómo, en unas horas, alguien puede librarse de un problema que ha afectado su vida durante años".

A lo largo de su carrera, ha recorrido miles de kilómetros llevando su conocimiento y técnica a los lugares más necesitados. "Desde el 1 de enero, he dado dos veces la vuelta al mundo", comenta. Su incansable labor ha llamado la atención de figuras importantes, incluido el Papa Francisco, con quien coincidió en una ocasión. "Fue un encuentro muy especial, hablamos de la importancia de la medicina en lugares desfavorecidos".

Cuando se le pregunta qué se siente al salvar vidas, el doctor responde con humildad: "Es la mayor satisfacción que puede tener un médico. No hay nada comparable". 

Su pasión, dedicación y compromiso con el bienestar de los pacientes lo han convertido en un referente mundial de la cirugía torácica y un ejemplo de cómo la medicina puede transformar vidas.