'Crónicas perplejas': "La historia es sólo un cúmulo de sentimientos que suceden de puertas hacia dentro"
Habla Antonio Agredano de la historia y las cosas que somos capaces de hacer
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".
La caída del muro de Berlín o los primeros pasos de mi hijo. La llegada a la Luna del hombre o la publicación de un poemario maravilloso. La caída del Imperio Romano o una luz preciosa entrando en mi salón un sábado por la mañana. El mundo es una suma de cosas.
A veces lo grande nos parece pequeño y lo pequeño invade nuestro corazón con la fuerza de un gigante. Qué es la historia sino una acumulación de pasiones, de frustraciones, de sueños cumplidos y de valentías que rozaban la insensatez.
Qué es la historia sino la medida exacta del ser humano. Esa criatura imperfecta y caprichosa capaz de lo elevado pero también de lo mezquino. Esa criatura que camina entre el odio y el amor, entre la victoria y la derrota, entre el azar y el coraje.
Fuera pasan cosas. Cosas verdaderamente importantes. Pero cuando veo a mi hijo mayor cogiendo bien el lápiz y tratando de escribir su nombre, con mucho esfuerzo, con poca paciencia, y la F le sale bien. Y le animamos. Y luego traza la I, la D… hasta completarlo. A su manera.
Pienso que la historia es sólo un cúmulo de sentimientos que suceden, a veces, sólo de puertas hacia dentro. Que la historia somos nosotros. Nuestros minúsculos retos. Nuestras carencias. Nuestras preocupaciones. Nuestra memoria. Y cómo nos imponemos a las exigencias de la vida. Sin desfallecer, con un inesperado entusiasmo.
Porque no es fácil ser lo que somos. Seres tan frágiles como ambiciosos. Y sin embargo, aquí estamos, cada día, dando lo mejor que tenemos. Haciendo historia, haciendo historia de alguna manera. Aunque sea una historia escrita en minúsculas.