La verdad detrás de la leyenda sobre el pene de un histórico personaje que llevó a Rusia al abismo: "Está expuesto"

Rasputin, el monje místico y controvertido consejero del último zar de Rusia, Nicolás II, continúa siendo una de las figuras más enigmáticas de la historia. Su influencia sobre la familia imperial, su vida llena de escándalos y su muerte rodeada de misterio lo han convertido en el centro de infinidad de leyendas y mitos. Pero hay una historia particularmente curiosa y algo macabra que ha circulado durante años: la existencia del pene de Rasputin, que supuestamente se encuentra expuesto en un museo de Rusia.

Recientemente, durante una conversación en el programa de COPE, Herrera en COPE, la historiadora Ana Velasco desveló detalles sobre esta sorprendente historia, que ha sido objeto de fascinación y escepticismo a partes iguales.

La historia, tal y como la contó Velasco, es tan extravagante como intrigante. Se dice que el pene de Rasputin, que fue conservado tras su muerte, está actualmente expuesto en Rusia, y que sus medidas, según el anuncio oficial, alcanzan los 28,5 centímetros. Esta cifra, que podría parecer exagerada, forma parte de una de las leyendas más persistentes que rodean al personaje histórico. Sin embargo, la propia historiadora advirtió que estos datos probablemente no sean ciertos.

"Lo que se sabe es que, cuando se hizo la autopsia a Rasputin, no se observó ninguna mutilación de su anatomía. Ni se le castró ni se le cortó el pene", comentó Ana Velasco durante la entrevista. Esto pone en duda la autenticidad del supuesto pene exhibido, y plantea una serie de preguntas: ¿es realmente el pene de Rasputin? ¿O se trata de una pieza que pertenece a otro ser humano o incluso a un animal? Para muchos historiadores, la exposición del supuesto pene de Rasputin podría ser, en el mejor de los casos, un montaje o una falacia histórica.

La muerte de Rasputin

Más allá del misterio que rodea a su anatomía, la muerte de Rasputin es otro de los grandes enigmas de la historia. Los detalles que han llegado hasta nosotros sobre su fallecimiento parecen sacados de una película de terror. Según la versión más aceptada, Rasputin fue envenenado con cianuro, pero aparentemente no murió. Tras ser disparado en el estómago y en la cabeza, también sobrevivió. Finalmente, se dice que lo arrojaron al río Neva, donde terminó congelándose y muriendo de frío.

Las leyendas sobre su muerte son tan variadas como escalofriantes, y algunas incluso sostienen que Rasputin tenía una constitución física tan fuerte que su resistencia a la muerte parecía casi sobrenatural. En la entrevista, Ana Velasco comentó que la "resistencia" de Rasputin a la muerte, y la casi imposibilidad de matarlo de manera convencional, era un reflejo de la extraordinaria resistencia que poseía su cuerpo, un detalle que añade un toque aún más mítico a su figura.

Pero la historia de Rasputin no solo está marcada por rumores sobre su anatomía o su muerte. Su influencia sobre la familia Romanov fue profunda y compleja. Era un hombre que gozaba de la confianza de la zarina Alejandra Romanov, debido a su supuesto poder curativo sobre su hijo, el zarévich Alexei, quien sufría de hemofilia. Sin embargo, su relación con la monarquía rusa no estuvo exenta de controversia, especialmente debido a los rumores de orgías y comportamientos poco ortodoxos en las que él estaba involucrado.

Muchos de los miembros de la aristocracia rusa veían a Rasputin como una amenaza para la estabilidad del imperio, y fueron precisamente estos conspiradores los que decidieron tomar medidas para eliminarlo, lo que finalmente condujo a su muerte.

¿Mito o realidad?

El caso de Rasputin es un claro ejemplo de cómo la historia se puede ver distorsionada por mitos, leyendas y teorías que, a menudo, carecen de pruebas concretas. A pesar de las múltiples teorías sobre su vida y muerte, lo que parece claro es que Rasputin fue un personaje que supo manipular las emociones y creencias de quienes lo rodeaban, ganándose tanto admiradores como detractores.

El hecho de que todavía hoy se siga hablando de su supuesto pene y de su muerte tan increíblemente rocambolesca demuestra el impacto que ha tenido su figura en la cultura popular y cómo su historia sigue fascinando a los más curiosos. Sin embargo, como señala Ana Velasco, detrás de cada mito histórico hay un fondo de verdad que a veces, por más que queramos encontrarlo, se desvanece entre las nieblas del tiempo.