Santi González: “A Pablo Iglesias nada le ha salido bien, ni en sus alianzas exteriores ni internamente"

El PP puede retener el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma y aleja el fantasma del 'sorpasso' que constituía el sueño húmedo de Albert Rivera

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Santiago González

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El análisis de la actualidad tras el 26-M de Santi González en 'Herrera en COPE'.

A lo largo del recuento la noche se le fue arreglando a Pablo Casado. De la catástrofe sin paliativos con la que se abandonaban los sondeos y se contaban los votos al filo de las nueve, a la tibia esperanza primero y más consistente, a medida que aumentaban los porcentajes escrutados.

El PP puede retener el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma y aleja el fantasma del sorpasso que constituía el sueño húmedo de Albert Rivera, que ha obtenido un buen resultado en términos de votos pero que se ha quedado lejos de su principal objetivo, según lo anunciaba el 28-A. Rivera no será el jefe de la oposición y su ventaja posicional vuelve a estar en la bisagra: poder pactar a derecha e izquierda, siempre que sepa comerse adecuadamente todas las promesas realizadas de no pactar nunca con Sánchez.

Bueno, Sánchez también ha empezado a tragarse sus descalificaciones de Ciudadanos como otra sigla de la misma derecha. Sí, ahora reclama el fin de los cordones sanitarios. ¡Él, que los inventó! Después de haber convertido a Podemos en su socio principal es una arbitrariedad que estigmatice a Vox como partido antisistema.

Pero jardazo, jardazo, el que se ha pegado Pablo Iglesias. Nada le ha salido bien, ni en sus alianzas exteriores ni en sus relaciones internas. Los ayuntamientos del cambio han pasado a ser historia, salvo el único gobernado por su íntimo enemigo, el Ayuntamiento de Cádiz, donde su íntimo enemigo, Kichi, roza la mayoría absoluta. Han caído los Ayuntamientos de las Mareas, y, sobre todo, Madrid y Barcelona. Pero es que en Madrid, los resultados de su candidata Serra no hacen sombra a los de Errejón. Y luego Zaragoza y Aragón donde tenía de guardés a Pablo Echeminga. Podemos se ha desplomado. Iglesias no compareció ante los medios, todo está dicho. La paradoja de Pablo es que en su momento mínimo está más cerca de su minuto de gloria, ser ministro de Pedro Sánchez.

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