Santi González: "El protocolo de Sánchez se pudo anotar el tanto de neutralizar el centro de flores"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A un lado, el doctor Sánchez con la vice Calvo y Meritxell Batet, luciendo ambas un vestuario seleccionado seguramente por Quim Torra, para defender los colores de España. ¿Qué podría salir mal? Efectivamente, todo. La minicumbre entre la mininación española y la descojo-nación catalana, calembur que debemos en origen al gran Luis Ciges, se saldó sin que la Constitución ni el Estatut fueran citados en el comunicado conjunto. En su lugar, “el marco de la seguridad jurídica”, el conflicto y un concepto unívoco de la catalanidad, que se refiere como “demandas de la ciudadanía de Cataluña” a las aspiraciones independentistas de una parte minoritaria de la sociedad catalana.
Los separatistas alimentaron las expectativas del doctor Sánchez ayudándole a aprobar el techo de gasto, como prolegómeno de los presupuestos que tanto desea, pero los presupuestos solo se los van a aprobar cuando negocien la autodeterminación. A cambio, el protocolo de Sánchez se pudo anotar el tanto de neutralizar el centro de flores amarillas con una flor de pascua ya que la delegación española en Pedralbes supo hacerse la distraída ante los lazos amarillos que llevaban en la solapa los cuatro miembros de la delegación anfitriona.
A cambio, los huelguistas del hambre han depuesto su actitud sin conseguir doblarle la mano a la Justicia española, justo a tiempo para la cena de Nochebuena y un asunto que Iván Redondo debería publicitar como se debe. Ayer, la llegada del doctor al palacio de Pedralbes fue acogida con abucheos y silbidos, exactamente igual que sus apariciones en Valladolid, su llegada al Congreso en el Aniversario de la Constitución, su llegada al desfile de la Fiesta Nacional o en cualquier otro lugar. A la espera de lo que pueda pasar hoy, ¿quién se atrevería a decir que Cataluña no es España?