Santi González: "Los barones del PSOE se darán cuenta de que o van a por Sánchez o acaba con el partido"

Pasó el doctor Sánchez por el Congreso en un recital de naderías mientras Tardà, escudella i carn d’olla, dibujaba el fin del propio Sánchez en su horizonte político: “la no negociación con Cataluña será su tumba política”. El doctor pronunció tres calificativos: firme, proporcional y contundente y ni una palabra más. Sánchez, o quizá fue el presidente del Gobierno, que yo ya no sé, resolvió el lance con el célebre estrambote de Cervantes ante el túmulo de Felipe II en Sevilla,  “Y luego, incontinente,/ caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada”.

A Sánchez le pasa como a un viejo amigo mío, que en las discusiones volaba sobre los hechor e ignoraba el significado de las palabras. Uno de sus interlocutores habituales le decía con un punto de admiración: “Eres imbatible. Estás en todas las posiciones al mismo tiempo”.  Tener que cubrir tantos huecos revela su absoluta soledad frente a sus adversarios, que definieron el momento con precisión. Tardá, al recordarle que está en la presidencia porque ellos han querido; Casado al sentenciar que “esto ya no da más de sí”, en una intervención, esta sí, firme, proporcional y contundente. Y sin papeles. Casado y Rivera le urgieron a poner en marcha el 155 y a convocar elecciones.

En esto último no hace falta que se de mucha prisa. Su soledad aumentará, porque una buena parte de los suyos se dará cuenta de que, o van a por él, o él acaba con el partido. Eso es verdad, pero este hombre tiene un solo objetivo, en el corto, medio y largo plazo: aguantar lo que se pueda; se jugará España y el PSOE por una semana más de Falcon. Cuando Torra persevere en su vía eslovena se agarrará al 155 y so pretexto de aplicarlo continuará lo que pueda.